En RetroManiac nos gusta en ocasiones recuperar del olvido a aquellos juegos que fueron injustamente tratados en su momento, o que simplemente por alguna razón pasaron sin pena ni gloria cuando fueron lanzados. Los clásicos de toda la vida los conocemos prácticamente al dedillo, ¿pero qué pasa con todos esos tapados, con esos juegos que también nos lo hicieron pasar francamente bien a los mandos de nuestro ordenador o consola pero que no han pasado a la historia?
Cuando uno piensa en un juego de Batman lo primero que le viene a la cabeza es la célebre saga Batman Arkham de Rocksteady. Pero hace muchos años, en el milenio pasado, también se publicaron buenos juegos sobre el Caballero Oscuro, uno de ellos fue el Batman Return of the Joker para Game Boy y sobre él trata el artículo que viene a continuación...
Ya desde el título podíamos apreciar el salto cualitativo de este cartucho
En 1989 se estrenó la película de Batman dirigida por Tim Burton y protagonizada por Michael Keaton. El enorme éxito de esta película dio lugar a una batmania que hizo que apareciera todo tipo de merchandising sobre el personaje desde muñecos hasta sabanas pasando por flotadores o despertadores. Como el mundo del videojuego no era ajeno a ninguna moda, enseguida comenzaron a aparecer nuevos juegos sobre el popular personaje de DC comics.
La compañía Sunsoft sacó un juego para NES que fue un éxito y dos años después, en 1991 sacó una secuela, Batman Return of the Joker que no adaptaba ninguna película (la secuela del film de Tim Burton, Batman Returns se estrenó el siguiente año y los villanos eran Catwoman y el Pingüino) aunque tenía elementos de la primera película.
Había que cogerle el truquillo a las habilidades de nuestro protagonista
Al año siguiente Sunsoft, lanzó la versión de Batman Return of the Joker para Game Boy que no tenía nada que ver con la versión de NES. A diferencia de lo que pasaba con la Master System y la Game Gear, cuyas versiones de los juegos solían ser muy similares, era muy habitual que las versiones de NES y Game Boy fueran muy diferentes. El juego se divide en cuatro fases; en la primera, mientras nos enfrentamos a matones de poca monta, debemos desplazarnos por plataformas de todo tipo y ponerse a cubierto cuando sube el nivel del agua, por que (a no ser que elijamos el nivel de dificultad fácil), nos resta puntos de vida. El final boss de fase es Dark Claw, un villano con garras estilo Lobezno bastante fácil de vencer una vez se aprende su rutina de movimiento, aunque eso sí, aguanta muchos golpes.
La segunda, The machine box, tiene al héroe enfrentándose contra ninjas a través de una zona rodeada de peligros. Estos ninjas son los enemigos más peligrosos aparte de los final bosses pues tienen la habilidad de repeler los batarangs y lanzar shurikens En esta fase hay dos jefes finales; uno que podríamos denominar medium boss, ya que aparece a la mitad y es uno de los secuaces llevando un tanque, y al final de la fase nos encontraremos con el Shogun Warrior, un samurai que lanza unos proyectiles demasiado grandes para ser shurikens. Ambos jefes son fáciles de derrotar siempre que aprendamos sus patrones de movimiento.
En la primera fase el agua subía de nivel con un efecto muy conseguido
La tercera transcurre en un tren, el enemigo recurrente son unos forzudos de imponente figura que en cuanto ven al héroe cargan contra él. Con saltar por encima problema solucionado. Es la fase más corta y con el final boss más extraño, Foul Ball, que parece un jugador de béisbol y nos ataca con pelotas de béisbol y lanzándose por el suelo como hacen los jugadores de dicho deporte para alcanzar una base. Como los anteriores hay que aprenderse sus movimientos.
Al tener superadas las tres bases se desbloquea el cuarto y final escenario del juego. Las cavernas Limestone, aquí los enemigos recurrentes son unos secuaces con bazookas fáciles de derrotar. También vuelven a aparecer los ninjas en la parte final de la fase, una zona con rocas gigantes y plataformas móviles especialmente complicada. Y llegamos al jefe final, que obviamente es el Joker. Su puesta en escena es bastante reseñable con una animada música y un baile incluido, algo bastante divertido. Es el enemigo más difícil porque aparte de aprender su rutina hay que intentar que moleste lo menos posible un imán gigante que tiene el Joker.
Al acabar aparece un texto que nos explica que el plan del Joker ha fallado, Batman ha vuelto a prevalecer sobre el mal y los ciudadanos de Gotham pueden estar tranquilos. Es la única vez en el juego en el que se nos contextualiza la historia, porque si bien la historia en este tipo de juegos suele ser típica y lineal, seria de agradecer que en algún momento nos hubieran explicado de que iba el plan del Joker y su ejercito de matones, ninjas, samurais, gladiadores, etc.
Es curioso que, salvo obviamente el Joker, ninguno de los personajes que aparecen como enemigos del hombre murciélago provengan de las viñetas, sobre todo teniendo en cuenta la extensa galería de villanos que posee el personaje. Uno de los aspectos más destacables de este juego es la banda sonora con varias melodías pegadizas es una de las mejores del amplio catalogo de juegos de la primera portátil de Nintendo. Desde la música discotequera de la primera fase hasta la trepidante de la final, la banda sonora realza la experiencia jugable. La compositora es Manami Matsumae, famosa sobre todo por su aportación a la saga ya clásica, de Capcom, Mega Man pero también ha participado en otros muchos juegos como Final Fight, Looney Tunes o Jade of Cocoon 2.
De la experiencia jugable se puede destacar la variedad de los villanos, teniendo en cuenta que es un juego de Game Boy. Los enemigos son diferentes en cada fase, aunque se repiten a lo largo de esta, y tienen mecánicas muy diferenciadas. Y probablemente, el mayor avance respecto a juegos anteriores del Caballero Oscuro son las animaciones del personaje en una época en la que predominaban los personajes rígidos con animaciones bruscas, es una delicia ver moverse al Batman de este juego, donde el personaje muestra una plasticidad y elegancia en sus movimientos muy inusual para la época, sobre todo comparado con su anterior juego para Game Boy. La utilización de la cuerda (junto al batarang, los dos únicos gadgets del juego) está muy bien insertada en el juego y hace que a veces el jugador tenga que parar y pensar la mejor estrategia para utilizarla.
Entre los defectos está el ser demasiado corto (una vez que uno tenía dominadas las mecánicas del mismo lo podía acabar en 20 - 30 minutos)o que algunas de las acciones que realiza el personaje no están acordes con la visión de las viñetas (Batman tiene una capacidad de salto que rivaliza con la de Spiderman y destroza rocas gigantes a puñetazos como si fuera Hulk).
Esquivando sobre el tren a los enemigos de esta fase
Resumiendo, un juego trepidante, con una fantástica banda sonora, unas animaciones sensacionales y que con un poco de practica, se puede completar en un suspiro, dejando con ganas de más. Su sucesor espiritual se podría considerar que fue, en GameBoy , el juego basado en la ya clásica serie animada de los noventa de Batman y Robin, un juego con muchas virtudes pero también con un gran defecto, su elevada dificultad. Pero ya hablaremos de ese juego en un próximo articulo.
Volviendo al protagonista de nuestro articulo, Batman Return of the Joker es un juego hijo de su época y si lo comparamos con coetáneos como los juegos para Game Boy de Superman o el ya mencionado Spiderman lo cierto es que fue mejor que todos ellos. Entre otras cosas, no hay más que comparar la animación del personaje de Batman con la de las Tortugas Ninja en los juegos coetáneos para Game Boy.
No es el Batman de Rocksteady o el reciente Spiderman para Playstation 4 pero es uno de esos juegos que posee una magia particular que hace que a pesar de que uno ya se lo haya pasado y conozca todos sus secretos vuelva a jugar una y otra vez. Porque, al final, ¿No es eso lo más importante?
Por: Ángel (tarareando la música de la primera fase) Gil Montoro