Dreams of the wild oaks
Ilyas Dirigida por Marjan Khosravi | Producida por Marjan Khosravi, Stephanie von Lukowicz
Irán, España, Francia 2024 | VdR-Pitching
También han conseguido galardones otros proyectos de origen latino como The shadow of Yolüja, producido por la argentina Fernanda Pineda y dirigido por el colombiano Hanz Rippe Gabriel, un proyecto a largo plazo sobre la comunidad indígena Wayuu, que también es protagonista de una de las películas que comentamos en esta crónica. Ha obtenido el premio Vision sud est, dotado con 10.000 francos suizos al mejor proyecto procedente de África, Latinoamérica o Europa del Este. Mientras que el premio Eurimages, que consiste en un acuerdo de desarrollo de coproducción dotado con 20.000 € ha sido para The last days of the hospital, un documental producido en Francia por Delphine Morel y Elena Tatti pero dirigido por el mexicano Juan Manuel Sepúlveda, ganador del premio al Mejor Documental en el Festival de Málaga por La balada del Oppenheimer Park (2017).
En nuestra crónica hablamos precisamente de algunas de las películas de origen español y latinoamericano que se han podido ver dentro de la programación de Visions du Réel.
A nuestros amigos
Adrián Orr
España, Portugal 2024 | Competición Internacional | ★★★☆☆
Tras recibir el premio al Mejor Film Innovador por Niñato (Adrián Orr, 2017), el director español regresa al festival Visions du Réel en la sección competitiva con un proyecto que también juega con las fronteras entre la narrativa de ficción y el documental. La protagonista es Sara (Sara Toledo), una joven que se encuentra en una etapa de cambio en la que está a punto de pasar los exámenes de selectividad y tomar la decisión más importante de su vida. Cuando habla con su amigo Pedro (Pedro Izquierdo) muestra su incertidumbre sobre un futuro en el que no sabe realmente qué camino tomar, durante un verano de 2019 que se convierte en la última oportunidad para compartir momentos de diversión despreocupada con sus amigos. Sara es una joven de origen cubano que vive en un barrio de la periferia de Madrid y como muchos jóvenes se enfrenta a una transformación que marcará su vida. En las reuniones y fiestas con sus amigos parece que todos a su alrededor tienen más o menos claro a qué se van a dedicar o al menos qué estudios universitarios van a elegir. A lo largo de cuatro años, el director Adrián Orr (1981, Madrid) ha acompañado a Sara en este trayecto vital colocándose en un terreno híbrido en el que surge la metanarrativa que muestra los entresijos de la preparación de un proyecto en el que Sara se interpreta a sí misma. De forma que la película recupera el formato heterogéneo de Niñato (2017), pero de una manera más contundente y reflexiva, recordando también el primer cortometraje del director, Las hormigas (2007) en el que grabó a sus amigos del barrio donde creció. Con un guión escrito junto a Celso Giménez y Samuel M. Delgado, construyendo secuencias como si se tratara de una película de ficción, el camino de Sara sigue un recorrido paralelo al de la experiencia del director y de los guionistas, a través del descubrimiento de un entorno social diferente al que han conocido que les obliga a transformar su realidad y adaptarse a una nueva. Mientras su hermana y su padre han regresado a Cuba para acompañar a su abuela enferma, Sara decide quedarse en España durante el verano, lo que provocará ciertos remordimientos posteriormente. De alguna manera, se trata de una esas primeras decisiones que son importantes en su vida, y que subrayan la necesidad de tener una perspectiva mucho más adulta, alejada de las gamberradas que comparte con Pedro al principio de la película. Él también se enfrenta a las consecuencias de sus actos cuando está a punto de afrontar un juicio tras una pelea en el que un joven acabó herido, y por el que le piden entre tres y cinco años de cárcel. Lo que hace bien A nuestros amigos (Adrián Orr, 2024) es transmitir esa sensación de zozobra de una juventud que tiene que renunciar a la despreocupación para hacer frente a la edad adulta, un coming-of-age en toda regla en el que Sara se ve arrastrada por una transformación profunda casi sin darse cuenta. Este proceso de desclasamiento social que vive la protagonista, que la lleva a ir abandonando progresivamente su barrio (y hacer algunos sacrificios respecto a sus amigos en algún momento) tiene sus raíces en autoras como Annie Ernaux (1940, Francia), Premio Nobel de Literatura en 2022, cuya obra, llevada al cine en películas duras como El acontecimiento (Audrey Diwan, 2021) hace referencia constantemente a su experiencia como la primera de su familia que acudió a la Universidad. Aunque el trayecto de Sara es a veces demasiado ruidoso, la película consigue mantener el equilibrio entre la ficción y el documental, incluso cuando la propia protagonista cuestiona la naturalidad y la verosimilitud de determinadas escenas. En secuencias que parecen construidas como la boda del final, el reencuentro con aquellos amigos con los que Sara compartió el verano de 2019 supone un revelación sobre cómo cambian las personas y sus decisiones, pero sobre todo deja un poso de melancolía en torno a la pérdida inevitable de la juventud.
Donde los árboles dan carne
Alexis Franco
Argentina, España, Estados Unidos 2024 | Competición Internacional | ★★★☆☆
Hace unos meses el Festival de Sundance premiaba a la película Gaucho Gaucho (Michael Dweck, Gregory Kershaw, 2024), una visión construida a partir de una hermosa fotografía en blanco y negro en torno a la tradición cultural y vital de los gauchos. La perspectiva que adopta el director argentino afincado en Estados Unidos Alexis Franco en su última película es más melancólica y quizás no tan profunda como aquella. En este caso, se centra en su propia familia, que sobrevive en medio de la pampa a la sequía persistente que acaba provocando la muerte de numerosas reses, una realidad que parece oprimida por las consecuencias del cambio climático, pero que su tío Omar Bello recibe con resignación: "Las vacas se mueren de sed. No podemos hacer nada", dice a Naty, su madre nonagenaria que reza a Difunta Correa, una mujer de la que la tradición cuenta que murió en el desierto deshidratada, prefiriendo amamantar a su bebé para que éste sobreviviera. Resulta conmovedor ver a las vacas que acaban de parir quedarse tan débiles que ni siquiera pueden levantarse, teniendo que ser ayudadas por una especie de grúa artesanal para que no se entreguen a la rendición. Incluso aquellas que acaban muriendo están tan delgadas y enfermas que ni siquiera su carne sirve como alimento, de manera que Omar las transporta con un tractor dejando sus cuerpos en mitad del desierto, como vemos en la primera imagen de la película. Este último gaucho vive con su madre y cuida a su nieta Libertad, de cuatro años, mientras su padre está trabajando fuera, otra de las consecuencias de esta realidad que viven los supervivientes de una tradición ganadera que cada vez está más asfixiada por las consecuencias del cambio climático. Hay una cierta sensación de agonía en la película, que huye de la visión folclórica de los vaqueros argentinos para centrarse en la incertidumbre de su futuro.La abuela representa esta sensación de final del camino. Aunque a sus noventa y cuatro años tiene todavía vitalidad y claridad mental, está empeñada en organizar su entierro, que ella prefiere junto a sus padres: "Si me entierran con mi marido, vamos a estar todo el tiempo peleándonos", afirma. Cuando llega el hermano de Omar de visita, toman la decisión de llevársela una temporada lejos de ese lugar que quizás influye en su obsesiva dedicación a su entierro porque está rodeado de muerte. Donde los árboles dan carne (Alexis Franco, 2024) nació como una propuesta para el director Roberto Minervini, con el que el realizador argentino ha trabajado como asistente de dirección en películas como The other side (Louisiana) (2015) y ¿Qué harás cuando el mundo esté en llamas? (2018), aunque éste le sugirió que fuera un proyecto personal dirigido por él mismo. Alexis Franco coloca su cámara en modo observación, acompañando las labores de su tío dentro de la granja, que básicamente consisten en evitar que todo se desmorone a su alrededor, reparando el viejo molino de agua, cuidando de las vacas enfermas y soportando el peso de un estilo de vida que parece condenado a la desaparición. El único contrapunto vitalista lo aporta su nieta Libertad, que se imagina volando hacia las nubes que parecen tocar la cresta de las montañas nevadas de la pampa que se reflejan en el horizonte. La película rehuye la mirada esteticista para situarse siempre acompañando a los protagonistas, elaborando un documental directo y humanista que observa la relación familiar y absorbe la emoción que transmiten un baile o un abrazo. A pesar de transmitir esa melancolía constante, con los mugidos de las vacas que parecen continuos lamentos, Donde los árboles dan carne también es una película que habla de la resistencia permanente frente a la amenaza de la desaparición.
Carropasajero
Juan Pablo Polanco Carranza, César Alejandro Jaimes
Colombia, Alemania 2024 | Burning Lights | ★★★★☆
Siendo la etnia indígena más numerosa de Colombia y Venezuela, los wayuú han estado sometidos a lo largo de su historia a acontecimientos violentos como la masacre de Bahía Portete, ocurrida en abril de 2004 a manos del denominado Frente Contrainsurgente Wayuú (FCW), un nombre asignado para dar cierto carácter político a lo que en realidad era un grupo paramilitar que quería controlar el narcotráfico en la zona. Aislado y escondido, Bahía Portete era un emplazamiento ideal para el contrabando y de hecho algunos grupos wayuú se habían estado disputando su control durante varias décadas. La incursión de los paramilitares en Bahía Portete utilizó a las mujeres de los clanes Uriana y Epinayú para aterrorizar a la población, torturando y asesinando a las matronas, lo que provocó el desplazamiento de más de 800 personas, según un informe de la Defensoría del Pueblo. Los directores César Alejandro Jaimes (1993, Colombia) y Juan Pablo Polanco Carranza (1994, Colombia) habían tratado ya algunos aspectos de la población wayuú en su anterior largometraje Lapü (2019), seleccionado en el Festival de Sundance y ganador del premio What the Doc! en el festival Docsbarcelona. De alguna manera, esta propuesta se acerca a sus realidades a través de otra perspectiva, una en la que se establece una conexión con el pasado y con los muertos para reivindicar la identidad propia. Alejándose del relato tradicional, los directores se centran en algunos miembros de familias que sufrieron la matanza de 2004 para establecer una comunicación con sus antepasados, a través de largas tomas en las que son los primeros planos de sus rostros y las palabras los que toman protagonismo, como una manera de honrar la tradición oral de los wayuú.
La película presenta una vieja camioneta de platón que atraviesa el desierto entre Colombia y Venezuela transportando a diferentes personas, principalmente miembros de los wayuú pero también árabes, venezolanos y colombianos. Entre ellos, una mujer habla con su abuela muerta, una anciana viaja de regreso a Bahía Portete recordando a su familia Fince, unos niños juegan y se imaginan cómo serán de mayores: "acalambrao y sin dientes", pero también recuerdan a las madres que se fueron. A través de una fotografía de claroscuros a cargo de Angello Faccini, adopta una tonalidad poética con la cámara pasando de los primeros planos hasta las amplias tomas del desierto mientras explora el pasado colonial y las huellas de la memoria. La anciana sueña con un "mar rosa viniendo del Norte" sin saber exactamente cuál es su significado, mientras uno de los hombres escucha voces y coches persiguiéndole. Carropasajero (Juan Pablo Polanco Carranza. César Alejandro Jaimes, 2024) es una road-movie poética en la que las fronteras entre la vida y la muerte, la realidad y los sueños, el pasado y el presente permanecen difusas. Con un excelente diseño de sonido de Antonio Ponce, la constante presencia del viento y una cierta sonoridad lejana del mar se apodera de las imágenes para crear una atmósfera de ensueño. Aunque tarda demasiado en comenzar a explicarse, los directores consiguen mantener una mirada etérea que acaba elevando la película a una concepción visual alegórica e hipnótica, un ritmo acompasado que se recrea en la estética de la planificación al mismo tiempo que construye una narrativa estructuralmente compleja. Hablando del peso del pasado sobre la identidad wayuú, a través de los juegos de los niños se conecta la masacre de 2004 con la rebelión de los indígenas contra los españoles en 1769, que tomaron el control de la región después de que veintidós de ellos fueran secuestrados para ser utilizados como mano de obra en la construcción de fortificaciones en Cartagena de Indias. "No me da miedo ir al cementerio, porque allí me encuentro con mis ancestros", dice uno de los niños. En el último acto, el alma de la mujer de regreso a Bahía Portete se encuentra con las ruinas que mantiene las huellas del tiempo. En las grietas de las paredes se dibujan las sombras de los antepasados y en las tumbas del cementerio sonríen los muertos.
Cambium
Maddi Barber, Mariana Lameiro
España 2024 | Burning Lights | ★★★★☆
El cine de Maddi Barber (1988, Navarra) está muy ligado a los cambios medioambientales que ha provocado el hombre en la naturaleza navarra. En el díptico formado por 592 metroz goiti (2018) y Urpean Lurra (2019) abordaba cómo la construcción del embalse de Itoiz en el Valle de Arce provocó que siete pueblos y tres reservas naturales quedaran sepultados. Por su parte, Marina Lameiro (1986, Pamplona) ha dirigido previamente las películas Young & beautiful (2018) y Dardara (2021), sobre la gira de despedida de la banda de rock Berri Txarrak. Ambas diseñaron para para el Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco, Artium Museoa, una pieza audiovisual titulada Paraíso (Maddi Barber, Marina Lameiro, 2021), seleccionada en el Festival de Marsella (FID) y en Play-Doc, que se puede considerar como la primera parte del mediometraje Cambium (Maddi Barber, Marina Lameiro, 2024). Ambos están centrados en el proceso de transformación que ha sufrido el Valle de Arce cuando en los años sesenta el abandono de los pueblos llevó al Gobierno de Navarra a tomar la decisión de plantar un bosque de pinos en los campos que se labraban o eran pastos para la ganadería. Repoblada la zona a partir de los años ochenta, este bosque se convirtió para los habitantes del Valle de Arce, donde nació Maddi Barber, en lo que denominaron "paraíso", un lugar donde los niños acampaban, jugaban entre los árboles o se subían a ellos, escenas reflejadas en algunos momentos de un mediometraje que con sus 44 minutos es una especie de ampliación de Paraíso (2021), manteniendo una estructura parecida dividida en dos segmentos.Un proyecto de reurbanización territorial diseñado en 2021 para paliar la falta de agua ha desarrollado un programa de reforestación que pretende recuperar los campos de cultivo que habían ocupado la zona hasta los años setenta, con la tala de ese bosque de pinos que durante algunas décadas había sido ese paraíso para los habitantes de la zona. La documentación de este proceso para mantener una memoria audiovisual es el origen de estas dos obras que reflejan este cambio. Por un lado, hay un acercamiento hacia la propia naturaleza de los árboles, utilizando imágenes 3D generadas mediante tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), que se utiliza en geología y gestión forestal. La nube de puntos digitales generada se puede mostrar en una computadora para generar una imagen digital, de manera que hay una representación del interior del árbol, que en el mediometraje provoca una sensación casi fantasmal. Porque a lo largo de la primera parte escuchamos también la voz de Maia, una médium que parece conectarse con los árboles y que responde a través de ellos las preguntas que le hace Maddi Barber. En la segunda parte de Cambium asistimos al proceso de tala de los pinos, estableciendo un paralelismo entre los profesionales que catalogan y miden los árboles y esos niños que disfrutaban de ellos jugando. Uno de estos trabajadores explica que queman parte de los árboles cortados para provocar el proceso de pirólisis, por el que consiguen la formación de un carbono estable para aportarlo al suelo, ayudando a la fertilidad natural a través de la elaboración de nutrientes y la retención del agua. Cámbium es el estrato celular de los árboles, una membrana cambiante que recorre el tronco y las raíces, produciendo el crecimiento, y que forma esa estructura que se utiliza para medir el tiempo. Este díptico audiovisual de Maddi Barber y Marina Lameiro establece una relación hipnótica entre lo espiritual, lo lúdico y la devolución a la naturaleza de un aspecto que se le había arrebatado.
Cyborg Generation
Miguel Morillo Vega
España 2024 | Competición Cortometrajes y Mediometrajes | ★★★★☆
El año pasado participó en la sección Science del festival CPH:DOX la película Cyborg: A documentary (Carey Born, 2023), centrada en la trayectoria del artista Neil Harbisson en un proceso de transhumanización en busca de su transformación en un cíborg. Fundador de Cyborg Foundation junto a Moon Ribas, que defiende la posibilidad de que los seres humanos implanten elementos tecnológicos que les permitan acceder a otros sentidos, el artista de origen irlandés nacido en Mataró ha desarrollado una cultura en torno al concepto de cíborg que ha influido en otros creadores como el músico Kai Landre, protagonista ahora del mediometraje Cyborg Generation (Miguel Morillo Vega, 2024). En este caso, la película sigue los pasos de este artista que con 18 años decidió implantar tecnología dentro de su cuerpo. Desde adolescente, Kai Landre ha querido tener un acceso más directo a las sonoridades que provienen del espacio exterior, de manera que su transformación proviene de la implantación dentro de sus sienes de un circuito que él denomina Cosmic Sense, por el que consigue convertir en sonidos los denominados muones atmosféricos producidos por los rayos cósmicos, una de las formas naturales de radiación a la que estamos expuestos diariamente. Aunque el propio Kai Landre ofrece una explicación de su funcionamiento en la película, tampoco queda muy claro cómo recibe su cerebro el impacto eléctrico que se transforma en notas musicales (128 notas distintas asociadas al espectro energético que puede producir un muón). Pero lo más interesante de este mediometraje es el acercamiento personal a Kai Landre, que ha convertido su intención de transformarse en un cíborg en una especie de ajuste de cuentas con una infancia marcada por la religión y por el acoso sufrido por parte de sus compañeros en la escuela debido a su homosexualidad. En una divertida comida junto su familia, su padre le comenta que pensaba que su hijo iba a terminar siendo un funcionario como él, a lo que Kai Landre responde: "Pues te ha salido un hijo maricón y cíborg". Pero esta escena refleja parte de esa lucha constante por ser definido en sus propios términos: "Tuve que buscar una nueva identidad para encajar", dice en una ocasión, mostrando la búsqueda de aceptación dentro de un entorno asfixiado por la religión y la masculinidad. Para el protagonista, la posibilidad de ir más allá de su condición humana supone una especie de "venganza hacia Dios", repudiando la idea del catolicismo de no ampliar la percepción que ha sido impuesta en el hombre por su creador. A lo largo de este proceso de transformación que Kai Landre ha evitado definir en algunas entrevistascomo transhumanista, porque implica una jerarquización frente a otras especies, la película sin embargo encuentra su mayor impacto en la representación humana del protagonista, en escenas como una conversación con su hermana en la que surgen los traumas de la infancia. Como ya veíamos en Cyborg: A documentary, este proceso se enfrenta con la negativa de los comités científicos de bioética que no permiten la implantación de elementos extraños en el cuerpo, de manera que hay una cierta clandestinidad que desemboca en operaciones realizadas por los denominados biohackers fuera del entorno hospitalario donde están prohibidas, con los consiguientes riesgos que pueden suponer, no solo en la propia mesa de operaciones sino en cuanto al seguimiento adecuado de estos implantes dentro del cuerpo humano. Miguel Morillo Vega (1990, Málaga) ha seguido a Kai Landre a lo largo de cinco años, en un camino que le ha llevado desde las primeras conversaciones con Neil Harbisson y Moon Ribas en Barcelona hasta impartir una conferencia en la Universidad Princeton de Nueva Jersey, organizada por Cyborg Foundation, pasando por la preparación de Cyborg (2022, Lexa), el último de los tres EP que ha publicado hasta la fecha. Planteando reflexiones sobre las posibilidades del ser humano de trascender sus propios límites para tener acceso a nuevos sentidos, Cyborg Generation, que también ha sido seleccionado en Hot Docs, encuentra una mirada que sin embargo resulta mucho más atractiva cuando se acerca a la condición humana y el recorrido personal de Kai Landre.
Mes amis espagnols
Adrien Bordone
Suiza 2024 | Competición Nacional | ★★★☆☆
Se calcula que dos millones de españoles emigraron a Europa en los años sesenta, huyendo de la pobreza y con la permisividad del régimen de Franco, que ocultaba los datos de esta emigración masiva pero se beneficiaba de las divisas extranjeras que entraban en el país. Aunque existía un acuerdo bilateral firmado en 1961 entre España y Suiza, al igual que con otros países europeos, lo cierto es que más de la mitad de la emigración española era ilegal (un 51,5% comparando los datos oficiales con los de los países receptores), trabajadores que entraban en el país sin documentación, muchos de ellos analfabetos, pero que suponían para Suiza una mano de obra barata para los empleos menos cualificados. La Confederación Helvética recibió aproximadamente el 38,5% de la emigración española entre 1962 y 1977. Adrien Bordone (1987, Suiza) cuenta en su película que una confusión administrativa le llevó a comenzar a estudiar en un colegio privado, pero finalmente acabó en una escuela pública donde la mayor parte de los alumnos eran inmigrantes. Durante su estancia en la escuela, hizo amistad con un grupo de niños españoles con los que ha estado en contacto a lo largo de los años, aunque la mayor parte de ellos tuvieron que regresar a España cuando sus padres decidieron que era el momento de volver a un país que ya caminaba en democracia. De manera que estos jóvenes adolescentes se sintieron obligados a salir de Suiza, donde habían vivido desde pequeños, para volver a un país que ni siquiera conocían. Esta sensación permanece en algunos de ellos, especialmente en Jesús, que continúa reprochando a sus padres que le obligaran a abandonar Suiza cuando tenía 16 años. Y aunque su padre trata de explicar que pensaron que lo mejor para ellos era volver a España, hay una recriminación constante, que es más clara en Jesús pero que se extiende al resto del grupo de amigos, sobre la forma en que les cambió la vida para convertirles en emigrantes permanentes. Porque la crisis económica de 2008 acabó provocando que algunos de ellos tuvieran la intención de regresar a Suiza, y en realidad la mayor parte trabaja y vive en ciudades y países diferentes.
Entre Alemania, las islas Canarias y Galicia, este grupo de amigos mantiene el contacto pero con ese espíritu de estar donde puedan conseguir una mayor estabilidad económica. Incluso uno de ellos que permanece en Galicia se considera siempre preparado para regresar a Suiza, con los cálculos sobre cuánto le costaría vivir de nuevo en el país. Mes amis espagnols (Adrien Bordone, 2024) cuenta una historia de amistad, pero sobre todo ofrece un reflejo del peso que supone ser hijos de emigrantes, especialmente cuando las decisiones de los padres se sienten como posibles equivocaciones. Una de las madres se arrepiente de haber tomado esa decisión, porque salir de Suiza ha supuesto la separación de los miembros de su familia en diferentes lugares. Esta desintegración del núcleo familiar que pudiera haber permanecido unido si hubieran permanecido en el país, acaba siendo una especie de condena, aunque la mayor parte de ellos haya conseguido una cierta estabilidad familiar y laboral. La película es, a pesar de una estructura tradicional dividida en bloques, con seguimiento y entrevistas a cada uno de los miembros de este grupo, una interesante incursión en los efectos de la emigración, pero transmitiendo la camaradería y un afecto que sus diferentes vidas y residencias no parece haber borrado con el tiempo. Cuando regresan de visita a Bienne, donde vivieron durante su infancia, caminando por la plaza del Marché-Neuf o visitando la escuela donde estudiaron, los amigos españoles cuentan cómo en sus sueños rememoran constantemente los recuerdos de las calles y su vida en Suiza. La película termina con una cita del libro Memorias de un campesino gallego (1961, Ed. Kalandraka Editora), que Xosé Neira Vilas publicó en Argentina, donde emigró cuando tenía 20 años, y que está considerado como el libro gallego más leído. Fallecido en 2015, el escritor y periodista fue considerado la voz de la emigración gallega, expresando a través de sus libros el "dolor del alma" que provocaba la distancia.
______________________________________Películas mencionadas:Niñato se puede ver en Filmin y GuideDoc. El acontecimiento y Young & beautiful se pueden ver en Filmin. The other side (Louisiana) se puede en dafilms.com592 metroz goiti se puede ver en Trustory.Urpean lurra se puede ver en dafilms.com y Filmin. Dardara se puede ver en Filmin y Pr1meran.