Pero bueno, supongo que muchos os preguntareis cómo siendo el 400 aniversario y habiendo pasado ya el Día del Libro hace varias semanas no he hablado todavía, a esta altura del año, de Cervantes. Pues bien, tenía pensado hacerlo (de hecho tenía empezada una entrada para publicar el día 23 de abril), pero... hay tanto escrito ya sobre él que ¿qué aporte nuevo podría hacer yo? Es por ello que he desistido y, en cambio, os hablo de un coetáneo suyo: Lope de Vega, que os debo esta entrada desde hace semanas.
Hace unos días, muchos. concretamente en la entrada del viernes 15 de abril, os comentaba que ese fin de semana iba a visitar la Casa Museo de Lope de Vega, y así lo hice. Pero, antes de contaros cómo fue la casa y la vida de Lope, he de confesar que antes os dije una pequeña mentirijilla: sí, voy a contaros alguna cosita de Cervantes, jeje, ¿por qué? pues porque Lope y Cervantes eran conocidos (vivieron incluso en el mismo barrio) y porque, fijaros qué cosas, la Casa de Lope se encuentra en la ahora llamada Calle Cervantes (anteriormente conocida como Calle de Francos). Pero bueno, no me voy a enrollar mucho en este asunto, ya lo haré en otra entrada venidera, así que, resumiendo mucho, os diré que Cervantes y Lope de Vega fueron amigos, pero... por envidias y competencias ("yo escribo mejor", "no, yo escribo mejor") se convirtieron en grandes enemigos (sin llegar a la altura de Quevedo y Góngora, eso sí), tanto es así que hay estudiosos que dan por cierto que en los primeros capítulos de El Quijote hay una clara parodia de Lope de Vega.
En fin, contada la pequeña anécdota (con la que me extenderé más en otra entrada, ya he avisado), vuelvo al hilo de esta publicación: la visita guiada a la Casa-Museo de Lope de Vega, en la que el escritor vivió desde el año 1610 hasta 1635, año en que murió, aunque la vivienda fue construida en 1578.
Tras subir las escaleras a la primera planta, se accede, ahora sí, a las distintas habitaciones de la casa:
- Oratorio: se sitúa justo al frente de las escaleras. La vivienda ya contaba con esta dependencia antes de que Lope fuera sacerdote, pero fue tras el nombramiento de éste como tal cuando empezó a celebrarse misa diaria, misa que en los tiempos de mala salud veía desde el ventanuco de su cuarto. El retablo que preside al oratorio tiene una imagen de San Isidro.
- Estudio: es el espacio más grande de la casa. Se encuentra dividido en dos: a un lado el escritorio, pegado a la ventana, y al otro unas sillas alrededor de un brasero, es decir, una parte dedicada al trabajo (en ese escritorio escribió su obra más sobresaliente) y la otra a las visitas de amistades. Sin embargo, estas dos estancias en una tienen un denominador común: los libros que formaban (mejor dicho, que podrían haber formado, los que se encuentran ahora son un depósito de la Biblioteca Nacional) la biblioteca de Lope.
- Estrado: esta habitación, que tendía a ser exclusivamente de uso femenino, es características del Siglo de Oro. En él, las mujeres, sentadas a la manera morisca, recibían a las visitas o se dedicaban a bordar y coser. Está decorado con secreteres y bufetes (mesas de escribir con cajones), tapices y un espejo.
- Alcoba de Lope: en la habitación más pequeña, y también más escondida, de la casa murió el escritor. La habitación cuenta con los indispensable: la cama y los enseres de aseo, además del ventanuco que mencionaba antes a través del cual veía la misa en el oratorio cuando estaba enfermo.
- Comedor y cocina: estas dos dependencias se hallan ahora pegadas pared con pared, aunque la ubicación de la cocina no sea la real, se supone que en su momento se encontraba en la planta baja. El comedor es otra de las habitaciones más grandes de la casa y está decorada con piezas de cerámica de Talavera (algunas reparadas con lañas) y bodegones.
- Alcoba de las hijas: compartida por Felician y Antonia Clara. En ella se pueden ver dos camas, una mesita baja, una silla de costura y un cofre para la ropa.
- Cuarto de huéspedes: en la segunda planta (buhardilla, en principio, camuflada para no tener que ceder habitación a personalidades de la Corte) se hospedó Fray Alonso de Contreras, militar, durante más de ocho meses.
- Alcoba de los hijos: situada también en la planta abuhardillada, se encuentra la hbitación de Lope Félix y Carlos Félix, los hijos del escritor.
- Alcoba de las sirvientas: una habitación pequeña y sencilla con dos camas.