Una de las actividades que a todos los adultos que vamos al Museo Ghibli nos gustaría hacer y no podemos es subirnos en el Gatobús. Esta atracción está diseñada para los más pequeños y solo a ellos se les permite disfrutarla. Para quitarnos la espina, escribí sobre otras alternativas disponibles en Tokyo para todo los públicos.
No sé si con esta idea en mente, en el Museo Ghibli crearon una nueva exposición llamada Nekobus kara Mita Fūkei-ten que ha podido verse desde junio de 2011 hasta mayo de 2012. La premisa inicial es ver recreaciones de algunas películas del Studio Ghibli desde el Gatobús (a continuación podéis ver una foto de la entrada). Da la sensación de que de esta forma, los adultos también pueden entrar en un Gatobús del Museo.
Pero obviamente –aunque el Gatobús es grande– no se va a ver toda la exposición desde el interior del adorable gato. Una vez pasas por la entrada y ves algunos fondos de Tonari no Totoro, continúas por un pasillo donde hay más imágenes de las películas del estudio y unas espectaculares recreaciones de sus escenarios. Se puede ver la fachada de la tienda de antigüedades de Mimi wo sumaseba, el restaurante donde se pusieron las botas los padres de Chihiro, los pasillos de la planta alta de la casa de baños de Yubaba –que incluye esas altísimas figuras parecidas a jarrones, la habitación de trabajo de Sophie en la sombrería de su familia y un diorama a escala de una escena de Mononoke Hime. No sé si hace falta decirlo, pero el resultado es espectacular. El grado de fidelidad es altísimo, llegando a dar la sensación que estás en el interior del celuloide de la película.
A modo de recuerdo, en las tiendas del Museo Ghibli se puede comprar un libro en el que aparecen fotos a gran tamaño de la exposición –recordad que no está permitido tomar fotos ni vídeos en el interior del recinto–, un reportaje sobre cómo se preparó la exposición y entrevistas a los encargados principales del proyecto.