Visita a la Pastelería González

Por Silviainterblog @silviainterblog
Hace unos días, la directora de comunicación de Project&comm, contactó comigo para invitarme al obrador de la Pastelería González. Habían pensado en mi blog para enseñaros cómo trabajan la masa de hojaldre de forma artesanal.
Me pareció interesante ver el proceso en directo y me presenté allí con la cámara de fotos y el bloc de notas dispuesta a no perderme ni un detalle.

La dueña de la pastelería, Sonia, me cuenta que la pastelería original la fundaron sus abuelos en el año 1931 y estaba situada en la Calle Fernández de la Hoz 33. Actualmente, la Pastelería González se encuentra en la Avda. Reina Victoria 68 y cuenta con una barra de degustación donde podemos encontrarnos  gente de lo más variopinta: vecinos del barrio de toda la vida, gente que trabaja en las oficinas cercanas, universitarios, etc.


En los mostradores tienen gran variedad de dulces, salados y bombones. Sonia me explica que también sirven los postres de boda para algunos restaurantes y tienen servicio de catering bajo pedido.

Nada más pasar al obrador me invade un aroma a azúcar y mantequilla que me impregna la ropa y no se irá en todo el día. Me presenta a José, el maestro pastelero que me explicará como una masa de hojaldre hecha con productos naturales, se convierte en croissants, lazos, merlitones, bocaditos salados de chistorra, volovanes, etc, de forma totalmente artesanal.
Mientras trabaja me va detallando el proceso: el hojaldre original se amasa, se incorpora la mantequilla y a continuación se le dan cinco vueltas (se envuelve cinco veces). 


Por cada vuelta que se le da a la masa hay que pasarlo por la máquina para estirar unas cuantas veces, y a la tercera vuelta dejarlo enfriar en la nevera unos diez minutos para que no pierda consistencia. Un trabajo que lleva bastante tiempo y necesita mucha práctica.



Después de este proceso, el hojaldre se estira con un rodillo y ya se le puede dar la forma deseada o cubrir moldes (previamente engrsados con aceite de oliva).

José me enseña como hace los Merlitones: cubre los moldes redondos, los fosea, corta la masa sobrante, los deja reposar, los rellena de una mezcla de azucar, mantequilla y huevo, los cubre de azúcar glas y los hornea.





Me explica que su trabajo es muy entretenido, al ser todo manual no para ni un minuto y aprovecha los ratos en los que tiene algo en el horno o reposando en la nevera para ir haciendo otras cosas. Como ahora: mientras se hornean los merlitones aprovecha para hacer unos saladitos de chistorra.






Pero lo que más éxito tiene, la estrella de la Pastelería González, son los croissants. En la barra de degustación hay un profesor de la facultad de periodismo del C.E.U. que nos dice que desayuna aquí todos los días por los croissants, que son los mejores. 
La masa de hojaldre se corta en triángulos, se divide en dos la parte más ancha y se enrollan.







¡El resultado es delicioso!
Muchas gracias a la Pastelería González por una mañana tan agradable e interesante en su obrador. Y gracias a Caterina por pensar en mi para este post.
¡Gracias por visitar mi blog!
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