Y aunque hicimos amigos, con tanta gente, a veces hay alguna confusión.
Bueno, era la primera vez que me detenían y me ponían las esposas. Fue una experiencia desagradable, pero gracias a mi dueño, se aclararon las cosas y fui puesto en libertad en el momento menos mal. Por un momento la visita a París podía haber acabado con un sabor amargo, pero bueno, todo estaba bien.
Petit Museau.