Visita a Urgencias y a Pediatra. ¿Gastroenteritis?

Por Mamá Futura @MamiFutura

Las frecuencias de heces de Bebé Fúturo han cambiado y es algo que me ha preocupado mucho. Pasó, de un día a otro, de hacer una caca cada dos días a cinco (de media) cada día… Quizás sea lo normal para otras madres, pero un cambio de ritmo tan drástico no me lo parece.

Al principio le quitamos importancia. Bebé Fúturo se le veía feliz, no estaba quejicoso y seguía comiendo cada día mejor. Sería por quitarse la pezonera a la hora de comer… Bueno, se me ocurrían mil motivos, pero una mañana… De repente… La caca fue más oscura y… ¡¡me rechazó el pecho!!

No aguanté más y le pedí el favor a Tita Fútura que me llevara a urgencias (en el equipo médico de pediatría no dan cita de un día para otro, es el procedimiento habitual). La pediatra que me atendió fue un verdadero encanto, me gustó muchísimo. No me dijo nada por estar con LME (Leche Materna Exclusiva) y analizó en profundidad a Bebé Fúturo y su historial.

Mandó a hacer unas analíticas tanto de sangre como de heces y nos puso en observación hasta que terminaran de salir las analíticas. Durante tres horas vino de vez en cuando a preguntar cómo se encontraba el paciente y fue realmente muy atenta. Me gustó muchísimo.

Dentro del procedimiento a seguir nos dijo que necesitaba revisión a las 24 o 48 horas para confirmar que no ha perdido peso… Y aquí viene el quit de la cuestión.

El equipo pediátrico al que solemos acudir (ni siquiera nuestra pediatra en particular) no tenía cita disponible hasta el 4 de agosto. ¡No podíamos esperar tanto! Así que pedí la recomendación que me ofreció una compañera de trabajo hace tiempo… Me la pintó como más allá de extraordinaria.

Pues de nuevo nos hemos encontrado un profesional que no ha revisado el historial que le llevo sobre mi hijo, ni siquiera el historial de urgencias, causa por la que hemos acudido. Revisó a Bebé Fúturo, incluso estirando el prepucio hasta el final. Le tomó la tensión mientras lloraba a grito pelado y no nos dejaba tranquilizarle. Le pesó, le midió… y se sentó en el ordenador a introducir datos.

Después de decirnos que lo único preocupante sería que perdiera peso, que ni siquiera es importante que no coja peso, sólo que lo perdiera, nos aseguró que se debe al cambio de dieta de la madre (osea yo) por el calor. Al beber más y comer cosas más ligeras, el peque defeca más…

Pero también nos ha soltado otras perlas como que la OMS desaconseja la introducción de la alimentación complementaria a través de BLW. Que su “compañero” González es un hombre y es muy fácil decir cómo hay que dar de comer, pero que como no es quien lo hace no tiene ni idea de lo que pasa una madre. Que va a comer más en puré que en trozos y le alimentará más… Y después de mencionarme la OMS tiene la desfachatez de decirme que no retrase más la introducción de alimentos que ya tiene cinco meses…

¡¡Otra pediatra desactualizada!!

Para mí el apoyo incondicional que me da Papá Fúturo en estos momentos no tiene precio. Gracias a él tomo mis decisiones con toda la seguridad que el resto se la sociedad niega darme.