[caption id="attachment_95" align="aligncenter" width="660"]
La vez anterior que fui a los North Yorks Moors, tuve la suerte de observar varios ejemplares de lagópodo, pero esta vez no nos hemos internado mucho en el parque, además había bastantes andarines.
De ahí hemos seguido hacia Whitby, una de mis poblaciones favoritas de Yorkshire. Allí no hemos hecho mucho, pero el ambiente costero, ligeramente victoriano (pero de pega), de la ciudad invitaba a pasear por sus calles y entrar en las numerosas tiendas. En el muelle, donde hemos aparcado, he podido observar varias aves interesantes, a las cuales, por cierto, me he acercado bastante.
[caption id="attachment_98" align="aligncenter" width="660"]
[caption id="attachment_99" align="aligncenter" width="660"]
[caption id="attachment_101" align="aligncenter" width="660"]
Como no era una visita naturalística en sí, no iba muy preparado, aunque llevaba los prismáticos conmigo. Otras aves que había por el muelle eran: un cormorán grande (Phalacrocorax carbo), gaviotas canas (Larus canus), argénteas (L. argentatus), reidoras (Croicodephalus ridibundus).
Al internarnos por las calles de Whitby, es inevitable empaparse del entusiasmo de los transeúntes y los vendedores. Las calles estaban llenas de tiendas de alegres y sonrojados ingleses sonrientes que vendían souvenirs, comida local y ropas. En una de estas tiendas de aspecto hippi, me ha atraido una cesta con un cartel que decía "Seeds - 50 p each" ("semillas - 50 peniques cada una"). Dentro no había semillas, sino frutos tropicales secos, como el de Nelumbo (flor de loto), que no he podido evitar comprar, así como un fruto con aspecto de coco pequeño y agrietado. En otra llamativa tienda cubierta de relucientes geodas pulidas y minerales brillantes, he conseguido un Ammonites procedente de Francia.
[caption id="attachment_103" align="aligncenter" width="660"]
[caption id="attachment_104" align="aligncenter" width="660"]
Al pasear y fijarme en los escaparates, uno se da cuenta de la tradición pesquera de Whitby. Muchas tiendas de recuerdos tienen pequeñas figuras de gaviotas, frailecillos, barcos, faros, peces y marineros, y ristras de postales marinas colgaban a las entradas de algunos estancos. En el escaparate de una tienda de mariscos llamada Sandgate Seafoods, me ha sorprendido encontrar una de las cosas más raras que he visto en mi vida: un cráneo de dugongo (Dugong dugon), un sirénido, como los manatíes. Junto a él, cangrejos de los cocoteros (Birgus latro) disecados, mandíbulas de diversas especies de escualos y una sierra de pez sierra (Pristis sp.), bajo lo que parecían unos dientes de cachalote (Physeter macrocephalus). Como veis, hoy no he salido mal parado en lo que respecta a especímenes, ya sea en mi bolsillo o en la cámara.
En conclusión, si alguna vez pasáis por Yorkshire, no dejéis de ir a Whitby, sobre todo si os gusta el mar o la literatura inglesa, ya que esta ciudad tiene mucho que ver con Dracula (1897), de Bram Stoker. No os defraudará...