“A lo largo la mano corre por la barandilla del mirador. Los montes en primavera.” (Masaoka Shiki)
Galicia tiene dentro de su patrimonio varios castros muy bien conservados, el verano pasado visitamos uno de los mejores castros de España ¿quieres saber que tiene de especial?
Antes de nada hay que aclarar algo, ¿qué son los castros?, estas edificaciones eran fortificaciones de poblados prerrománicos situados, por lo general, en enclaves estratégicos.
El Castro de Santa Tecla o de Santa Tegra es uno de los castros más emblemáticos y de mayor tamaño de Galicia. Este castro cuenta además con dos viviendas totalmente reconstruidas que son una maravilla para imaginarte como podían ser allá por el siglo II.
Como curiosidad, podéis verlo en las fotos, los castros no tenían calles ni tampoco estaban separadas por líneas rectas, sino que lo único que las separada de la siguiente casa era su propia planta de forma circular. Las plantas eran de esta forma por causa de la mitología celta, ya que al ser redondas los espíritus no se quedaban retenidos o atrapados en las esquinas.
Lo que más nos gustó sin duda fue su mirador, a 341 metros de altitud, su enclave privilegiado nos regaló una preciosa panorámica de la desembocadura del río Miño en el océano Atlántico con Portugal de telón de fondo que lo convierte en uno de los lugares imprescindibles de Galicia.
Muy recomendable la visita guiada que se incluye con la entrada al castro (aproximadamente 1,5€). También podéis visitar el museo que hay en la cumbre del monte con todos los objetos que encontraron en el castro celta, justo aquí hay un parking bastante grande donde dejar el coche, las curvas hasta llegar a la cima son bastante sinuosas pero la carretera es bastante buena así que no tendréis problemas.
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