El Jardín Botánico Argotti se encuentra en Floriana, justo a la entrada de La Valeta, capital de Malta. Esta zona, que hasta ahora había pasado totalmente desapercibida para nosotros, ha resultado ser un gran descubrimiento. No es de las más visitadas por los turistas pero tiene algunos rincones que bien merecen una parada. Si alguien tiene tiempo e interés, hay un recorrido turístico con los principales lugares de Floriana que esperamos poder publicar en el blog antes de irnos definitivamente de la isla.
En esta ocasión llegamos por casualidad hasta aquí, perdidos en nuestro empeño de encontrar la famosa zona conocida como Valeta Waterfront. En el mapa podéis ver el lugar exacto donde se encuentra el Jardín Botánico, al que se puede llegar a pie desde la estación de autobuses de Valeta, o si os movéis en coche, desde el aparcamiento que se encuentra a la entrada de la ciudad. No tiene pérdida.
Localización del Jardín Botánico
Como la mayoría de los lugares de la zona, su construcción se debe a los Caballeros de la Orden de Malta. En esta ocasión, el jardín se diseño en St. James Bastion para ser, en un principio, un jardín privado del portugués Manoel Pinto de Fonseca, que sería elegido Gran Maestro de la Orden en 1741.
Fue entonces cuando Ignatius de Argote, Caballero español, construyó el palacio y embelleció la zona para el disfrute de éste. No fue hasta 1890 que se conoció como Jardín Botánico Argotti, aunque ya durante el siglo XIX muchos botánicos malteses se hicieron cargo de su conservación.
En los tiempos de los Caballeros de la Orden de Malta se cultivaban principalmente plantas medicinales. En la actualidad alberga cactus de gran tamaño, adelfas, encinas, frutales y diferentes plantas de mediano tamaño.
En realidad, no se trata más que de un pequeño grupo de plantas de origen mediterráneo, nada comparable con otros jardínes botánicos, pero si es cierto que cumple una importante función, participando activamente en la conservación de plantas autóctonas, con un pequeño vivero donde se cultivan las especies raras y en peligro de extinción gracias a un banco de semillas indígenas y un pequeño laboratorio de micropropagación. La universidad se ocupa de esto y además, organizan visitas escolares para que los más pequeños puedan involucrarse en estas actividades.
Durante nuestra visita no sólo nos dedicamos a la flora, sino también a la fauna… ¡la cantidad de gatos que hay por allí! Y entre otras especies, encontramos esta araña:
Cada rincón en Malta está cargado de historia y el jardín botánico no podía ser menos. Como decíamos antes, merece la pena un paseo sin grandes pretensiones, durante el cual además de admirar diferentes plantas y árboles, se puede disfrutar de las espectaculares vistas a las fortificaciones de Floriana y al paisaje en general.
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