Visita al Museo de la Cultura Lojana

Por Miguel Angel Montesinos Sanchez @EcuadordelSur

Patio interior Museo de la Cultura Lojana

Por un imprevisto tuvimos que salir esta mañana bien temprano hacia la ciudad de Loja. Esto de tener un MacBook es muy glamuroso pero todo ese glamour se olvida cuando de vez en cuando (muy poco la verdad) le da por fallar o no encenderse, como ayer fue el caso. Bien, pues por ese motivo tuvimos que salir hacia el servicio técnico mas cercano y éste está en la ciudad que tenemos a 100 km de nuestra residencia lo que se transforma en dos horas de "carro" dada la sinuosidad de la vía serrana, aunque siempre es un placer realizar el viaje comprobando la inmensidad del paisaje andino, !un verdadero placer!.
Tres horas de espera nos dieron para recoger la bendita computadora, pero desde luego íbamos a aprovecharla lo mejor que pudiésemos, y efectivamente así fue. Sin proponérnoslo y caminando sin rumbo fijo dimos con el Museo de la Cultura Lojana en el Parque Central, en diagonal a la icónica Catedral lojana y justo al lado de la Gobernación. Un edificio que en sí ya es digno de admiración por su arquitectura colonial llevada al extremo, conteniendo el típico patio interior con planificación simétrica que impresiona por su cuidada madera y su exquisita decoración de plantas ornamentales.


El paseo por los corredores nos transportó a la Loja de finales del siglo XIX y principios del XX en forma de fotografías adornado con la suerte de escuchar un ensayo de concierto de cámara con flauta travesera y guitarra que hizo del recorrido una delicia relajante e informativa.En el piso alto se distribuían varias salas expositivas con la historia de la ciudad y la provincia comenzando por una pequeña reseña de la etnia Saraguro, siguiendo por personajes lojanos, joyas religiosas y por supuesto algo de historia de la rica arqueología que reina en estos contornos australes.
Sin darnos cuenta el tiempo se nos echaba encima y decidimos recortar detalles para visualizar la exposición temporal en las salas iniciales del edificio del artista gonzanameño Estuardo Figueroa Castillo y su monográfico “Los colores de lo absurdo”, un gran remate para una mañana aprovechada al máximo.
Por cierto, y aunque no venga con el tema quiero agradecer a todas las personas que nos facilitan información desinteresadamente como es el caso de la última llegada del libro "La Nueva Historia de Loja" volumen 1 de Galo Ramón Valarezo, libro que desde hace tres años estaba intentando conseguir y no había manera de encontrarlo. Repito, GRACIAS.