En la sala de lectura de la Biblioteca del Museo del Prado hay una joyita oculta de la que no había oído hablar. Por suerte, con motivo del Día del Libro, el museo decidió hacer visitas guiadas. También me he enterado de que los domingos a las 12 se hacen visitas, aunque no suben al segundo piso.
Sorprendentemente, había tan poca gente que ni siquiera se alcanzó el cupo, lo cual es una pena.
La bóveda,pintada entre 1696 y 1697 durante el reinado de Carlos II, es una auténtica maravilla, y además en la sala hay más obras de Luca Giordano. La visita no solo nos ponía en contexto sobre el Casón del Buen Retiro, donde está alojada, sino también sobre los motivos que llevaron a pintar la cúpula y algunos datos sobre el autor.
Después, subimos al piso de arriba para ver más de cerca la cúpula y la guía nos fue explicando todos los detalles de simbolismo que la hacen única.
Es una visita muy interesante, que te deja con la boca abierta, así que sin duda lo recomiendo. No dejan tirar fotos, eso sí.
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