En diálogo con Radio Jai, el director ejecutivo de la comunidad judía de Chile, Yonathan Nowogrodski, comentó los temores que despertó la reunión que Mohammad Javad Zarif, canciller de Irán, mantuvo con la presidente Michelle Bachelet.
– ¿Cuál es la visión y preocupación de la comunidad judía chilena con respecto a la visita del canciller iraní?
- Nosotros estamos muy preocupados porque esto significa un afianzamiento de las relaciones entre Chile e Irán. Si bien ya había relaciones entre ambos países, en este último tiempo se habían dado de forma más estrecha y nos preocupa que esto finalmente se convierta en un trampolín para el terrorismo, tal cual como lo fue hace más de 20 años en Argentina, lo que desembocó en los atentados de 1992 y 1994. Eso es lo principal.
Pensamos que a largo plazo esto puede ser una muy mala maniobra por parte de este gobierno. Creemos que es necesario alertar y prevenir cualquier situación futura.
– ¿Tomaron medidas ustedes para eso?
- Tuvimos reuniones con el Ministro del Interior de Chile, a quien manifestamos nuestra preocupación. También nos reunimos con el canciller Heraldo Muñoz, con quien además de tratar este tema conversamos acerca de las violaciones a los derechos humanos que Irán comete frecuentemente en su país.
– ¿Cuáles han sido las respuestas que han recibido de ellos?
- La realidad es que Chile no va a cambiar su política exterior, eso es lo que nos manifestó Muñoz. El Ministro del Interior recogió todas nuestras dudas, y él tiene conciencia de todo lo que ocurrió y lo que significó el atentado a la AMIA y el informe de Nisman.
– ¿El atentado a la AMIA fue un tema que tocó Michelle Bachelet con el canciller de Irán? Recordamos que entre las víctimas se encontraban dos chilenos.
- No lo sabemos, pero sí sabemos que el gobierno le planteó a los iraníes temas de derechos humanos.
– ¿Cuál es la situación del antisemitismo en Chile en este momento?
- Chile es el país que alberga a la comunidad palestina más grande fuera de Medio Oriente, con 350 mil palestinos. La Federación Palestina siempre ha tenido una política de tener discursos más radicales que otras comunidades palestinas en el mundo, lo que ha significado permanente hostigamiento. Esto ha servido como una semilla de odio, porque si bien esos discursos hace 15 años atrás los decían solo los líderes de la comunidad, hoy se ha convertido en el discurso oficial de todo el colectivo, que siempre había mantenido buenas relaciones con la comunidad judía.
Fuente:RadioJai