Visitando Burdeos: vino, dunas, viñedos, ostras y más vino.

Por Bere Munch @beremunch

Una de las razones por las que no me canso de visitar Francia cada año, además de visitar a la familia de Mat y enloquecer con los amigos parisinos, es sin duda que sé que voy a comer y beber como diosa bacanal.

Cada año procuramos visitar y conocer un lugar nuevo en Francia y así no aburrirnos la ruta de Paris- L’Yonne (donde está Auxerre la ciudad donde viven mis suegritos). Esta última estadía fuimos a conocer una de las ciudades y regiones más emblemáticas para el vino francés: Burdeos o Bordeaux en idioma local.

¿Cómo llegar a Burdeos?

Es facilísimo, siendo una de las ciudades más emblemática de Francia, tienes conexiones de tren desde casi cualquier pueblito perdido, y si vienes de Paris las opciones son muchas.

  • El tren es la manera más común. Con una red ferroviaria de primer nivel la SNCF, te lleva en sólo 3 horas dese Paris a Burdeos.
  • El avión vale la pena si estás lejos y quieres llegar super rápido, pero siendo la opción más cara no es mi recomendación.
  • Hay algunos autobuses que te llevan por poquísimo dinero desde Paris, eso si tardarás el doble que en tren pero te ahorras 2/3 del precio.
  • Finalmente si tienes un grupo grande, puedes ir en coche y compartir gastos.

Una manera súper efectiva de comparar los tiempos y precios de rutas dentro de Francia es goeuro.es, nos ayuda mucho a planificar la opción más barata. La página de SNCF te muestra todas las rutas de trenes que te puede ayudar a planificar, pero ojo que sólo tienes trenes, la opción de autobuses, que no es muy usada en Europa, te la pierdes.

Yo no esperaba mucho de la ciudad, – si de la ruta de los vinos, eso dejémoslo claro – y la verdad es que me sorprendió.

¿Qué hacer en Burdeos?

Para tener una buena idea de la ciudad y de los paisajes alrededor, yo aconsejaría que pasaras unos 4 días:

  1. Día de paseo por la ciudad. Escoge los monumentos históricos, museos y restaurantes que mejor vayan con el tipo de viajero que seas y dedícate a caminar la ciudad. La red de tranvía es buenísima para conectar rápidamente un punto con el otro.
  2. Visita Saint Emilion. Un pueblito pintoresco maravilloso de cuento. Camina todo el centro amurallado, come, bebe, visita el monasterio, y finalmente una visita a algún viñedo que rodea el pueblito.
  3. Decide alguna ruta de los vinos. La mejor manera de recorrerla es rentar un coche y partir temprano. Sólo párate en la casa de vinos que te llame la atención y pides un tour o degustación.
  4. Despídete de la ciudad caminando y toma uno de los paseos en barco por el río Garonne al atardecer que incluyen una degustación de vino; mientras te cuentan la historia del puerto y del desarrollo de Burdeos tu vas disfrutando del río y de varios vasos de vino blanco y tinto. Las vistas son hermosas y es una gran manera de terminar el día.
  5. Si te sobra un día puedes visitar la Duna del Pilat, está a una hora de la ciudad. Es una duna de arena gigantezca en medio de un bosque de pinos, cuando logras subirla tendrás una vista del mar y de la región que ¡es espectacular! Es algo que no piensas que puede existir en Francia.
  6. Si tienes más tiempo, puedes visitar alguna de las playas aledañas, como La Canau.

Finalmente, les aconsejo no tener recato en la comida del mar. Las ostras frescas con especialidad, y las hay de todos tamaños, además de todo bicho de mar preparado al delicado sazón francés, son un deber; de postre la especialidad de la región son los cannelés unos pastelitos de canela, sencillos pero delicados.

Y sobra decir.. beban vino, (no conduzcan luego, eso sí), pero beban, ¡beban!

El artículo Visitando Burdeos: vino, dunas, viñedos, ostras y más vino. apareció en Sin Destino Fijo.