Desde el parking que precede a la basílica, hay un camino que te adentra hacia la cueva y su pequeño santuario. En la cueva hoy en día hay una pequeña capilla y unos pocos bancos para los que deseen unos momentos espirituales en la Santa Cueva. La imagen de la virgen está al fondo pero antes se pasa al lado de una tumba que tiene inscrito: "Aquí yace el rey Don Pelayo, electo el año de 716 que en esta milagrosa cueva comenzó la restauración de España. Vencidos los moros falleció en el año 737, y le acompaña su mujer y hermana".
Es muy importante tener en cuenta que en días de máxima afluencia, sobre todo en verano, los accesos pueden estar colapsados y en ocasiones puede cortarse el acceso en vehículo particular. Para ello existen unos minibuses que suben al visitante tanto a la basílica como a los lagos desde una serie de parkings instalados a unos kilómetros del santuario. De todas formas, hay carteles a lo largo de la carretera indicando esto y el estado de cada parking.