Visitar Oviedo

Por Constanza @lamaletadecon
Hay veces en que los lugares en que te alojas definen tu viaje de un modo radical. Son esos lugares únicos y especiales que colorean tu estancia y hacen de tu escapada una vivencia irrepetible.

Eso me pasó recientemente en mi último viaje a Oviedo, en el que encontré un lugar super original para dormir gracias a Apartamentos en Oviedo , una web que rastrea apartamentos y casas vacacionales en más de 100 webs y que te permite encontrar sitios como la FreeHouse en Les Maces, en las afueras de la capital asturiana, un casa que mezcla el alojamiento turístico con Co-Working. Me pareció interesantísima la idea, y una forma super especial de entrar en la realidad del Principado, ya que no hay nada como vivir e intercambiar experiencia con locales para conocer cómo vive una sociedad.

Espectacular perspectiva en la Plaza de la Catedral de Oviedo


Situada en las afueras de Oviedo, sin embargo , te permite un abordaje a la ciudad interesante, en el sentido que estás en contacto con jóvenes creadores y emprendedores que están co-trabajando y a la vez brindando un servicio extra para su emprendimiento, que son las habitaciones turísticas.

A este tipo de hallazgos sólo puedes llegar a través de estos comparadores como hundredrooms, que comparan webs, y que te brindan las mejores ofertas y curiosidades para los días de tu viaje. Lo que me parece super interesante también son las posibilidades de filtrar según requerimientos especiales. En esta ocasión no viajé con mi perra, pero normalmente cuando lo hago tengo serios problemas en discriminar los alojamientos que admiten mascotas, y muchas veces me veo obligada a llamar por teléfono. Del mismo modo se filtran los apartamentos que son accesibles a personas con movilidad reducida, otros de los grandes afectados a la hora de buscar alojamiento. VISITAR OVIEDOUna vez instalada en la FreeHouse de Les Maces, y habiendo recibido la primera inmersión sobre la ciudad de mano de los chicos que allí trabajan, me decidí a ir por mis propias impresiones de la capital asturiana.Traía de antemano algunos datos y algunos “pre-juicios” y sobre todo muchas opiniones ya que venía de pasar unos días en la espléndida Gijón, y obviamente, no he estado exenta de escuchar las rivalidades provinciales de sus ciudadanos a ver cuál es más bonita.Para empezar , para mí, no hay comparación posible entre una ciudad que está en la costa y una de interior. Gijón es una magnífica ciudad marinera que tiene toda la impronta del Océano en su modo de vivir. Olores, sabores, la posibilidad de realizar deportes marineros. En este caso nos metemos al interior, a lo más íntimo de la naturaleza asturiana, y en esa raja que se adentra hacia el interior nos encontramos con esta fantástica Oviedo, recatada y recogida, que nos invita a un paseo amable, estimulante y lleno de historia.

Indiscutiblemente cuando llegamos al centro , lo primero que tenemos que hacer es buscar la Catedral,seña de identidad de la ciudad, sin entender la cual no entenderemos Oviedo. Construída en varias etapas, en varias faces que dan a su estética superposición de estilos. Los primeros son románicos que datan desde que el Rey Alfonso II el Casto reconstruye la basílica sobre la base de la que había construído su padre el Rey Fruela. De esta construcción aún perviven la Capilla de Santa Leocadia y la capilla de Santa Miguel donde se encuentra el famoso Apostolado románico.A partir de allí se suceden los estilos, pero lo que vemos hoy es la estructura del gótico, que se empezó a construir en 1382, y se tardaron tres siglos. No es hasta el siglo XVI en que se plantea lo más espectacular de esta catedral que es su espléndida fachada de tres arcos que se remataron junto con la torre ,ya en el renacimiento y que colorea de un modo espectacular el estilo Gótico. Hay que destacar su altar mayor, y todo el recorrido interior que nos ha hecho pensar en los días aciagos de la Guerra Civil Española, que la dañaron en partes importantes.

Altar Catedral de Oviedo


Pórtico Catedral de Oviedo


Salimos y nos encontramos con una espléndida plaza, que es bastante posterior a la construcción de la Catedral y que nos permite verla desde diferentes perspectivas. Justo frente a la fachada, hay un barecito con una terraza espléndida que es una estupenda parada para disfrutar este portento de la arquitectura gótica. Desde allí nos vamos a encontrar los pasos de la Regenta, y a refrescar los ambientes retratados por Leopoldo Alas Clarín que bautizó a esta ciudad con el inefable término de Vetusta. Por si no lo sabíamos en el extremo más distante de la iglesia hay una enorme escultura del personaje Ana Ozores clariniano que nos mete de lleno en esa atmósfera literaria que nos retrató el escritor. Quienes no hayan leído la novela , seguramente tengan frescas las imágenes de la famosa serie televisiva que interpretaron Carmelo Gómez y Aitana Sánchez Gijón, pero sino tienen una interesantísima oportunidad de llegar a Oviedo con una prefiguración a través de la “ruta clariniana” que preparó la Universidad local para caminarla en búsqueda de los personajes de Clarín.
Este trabajo que es un recorrido virtual por la ciudad en función de situaciones de la novela es un modo interesantísimo de adentrarnos en esa Oviedo de “muchos vicios y pocas virtudes” que refleja el autor en su construcción de estos personajes en tiempos de la Restauración . Así podemos recorrer lo que se cita como el Barrio de la Encimada -los aledaños a la Catedral- y por la calle Cimadevilla revivir lo que sería su vida comercial que hoy pervive.Por estas calles nos marchamos a uno de los lugares más entrañables de la ciudad: la Plaza del Fontán, una plaza porticada con bares , tiendecitas con “cosas de comer”, y algunos de artesanía, pero nada sería lo que es sin la hermosa estructura metálica del Mercado que hacen del lugar un espacio convocante. Adentro encuentras los puestos tradicionales de fruta, verdura, pescado y carne, y también otros de “delicatessen” asturianas. Se llamaba Plaza del Pan en la novela y era la sede del Teatro Municipal, donde Ana Ozores, descubre las vibraciones del amor.

Espléndida estructura metálica del Mercado del Fontán 


El mercado desde la Plaza porticada 

No podemos irnos de Oviedo sin recorrer la calle Mon, centro de la movida nocturna y de día nos da la oportunidad de probar su típica sidra . Aprovechando esta caminata, desde la intersección de la calle Máximo y Fromestano, llegamos a la Plaza del Paraguas un acogedor espacio inmortalizado por ese tendido metálico que servía de reparo a las lecheras que venían del campo a vender sus cosas.


Hay otras señas de identidad de la capital del Principado de Asturias que no podemos dejar de ver y que llamaron mucho mi atención y es la profusión de estatuas y esculturas que proliferan por toda la ciudad. Ya hicimos referencia a la de La Regenta, pero yéndonos a la parte nueva de la ciudad, llaman mucho la atención la de Botero, frente al campo de San Francisco, la de Woody Alen -gran amante de Oviedo-, y el portentoso Culis Monumentabilis, de Eduardo Úrculo y que es una ornamentación bestial en la entrada en la calle Uría, famosa por su vida comercial, y que nos lleva a conocer a esa otra cara de la ciudad. Así nos despedimos de Oviedo . .

El Culis Monumentábilis de Edurardo Úrculo

Botero en Oviedo

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