La mirada a un Brooklyn que no es el de Auster, sino el que se ve desde la decadente zona portuaria de Red Hook y a los personajes que lo circundan: grafiteros, bandas, la camarera del bar que una vez al mes se tira a Sprouse y hasta buenos chicos y gente que conecta con el más allá. Una mezcla algo forzada pero que sorprendentemente funciona y hace muy agradecida la lectura de este libro, que en Estados Unidos publicó el mismísimo Denis Lehane (Mystic River).
La mirada a un Brooklyn que no es el de Auster, sino el que se ve desde la decadente zona portuaria de Red Hook y a los personajes que lo circundan: grafiteros, bandas, la camarera del bar que una vez al mes se tira a Sprouse y hasta buenos chicos y gente que conecta con el más allá. Una mezcla algo forzada pero que sorprendentemente funciona y hace muy agradecida la lectura de este libro, que en Estados Unidos publicó el mismísimo Denis Lehane (Mystic River).