El Juzgado número 6 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio por denuncias cruzadas por agresiones entre el árbitro Juan Pablo Ramos y el presidente del Goyu Ryu ceutí, Mohamed Amar, para los que el fiscal personado en la causa solicita sendas multas de 200 euros. El fiscal pide al presidente una multa de 200 euros y una indemnización de 90 euros al colegiado y de 30 euros al asistente arbitral, mientras que para el árbitro y su ayudante pide dos multas de 200 euros y una indemnización al dirigente del 210 euros.
El trencilla suspendió el pasado jueves, en el minuto 55, un partido juvenil entre el cuadro ceutí y el Cádiz con 0-2 a favor de los visitantes ante la negativa del presidente a abandonar el terreno. Las agresiones, según el árbitro, se produjeron en la caseta de los colegiados, a la que accedió Amar. Ramos relató en la vista oral que el presidente le "insultó gravemente", le "tiró una mesa encima" y le "cogió del cuello".
El linier dijo que el dirigente le dio "un guantazo" cuando intentó separarlo de su compañero. Amar negó los hechos y presentó también un parte médico en el que se constata que el colegiado le agredió con un bolígrafo y le dio una patada en la rodilla.