Visualizar el futuro deseado

Publicado el 11 marzo 2020 por Amber

Resignación sin pasividad es una frase que me repito tanto a mí misma como a los demás cuando nos encontramos estancados en situaciones difíciles, ya sean laborales, emocionales o de cualquier otra clase. Situaciones que “creemos” que nunca podrán cambiar por sí mismas. Resignación implica la aceptación y conformidad de una situación adversa y, la aceptación de unas circunstancias que nos afectan negativamente nos hará mucho más llevadera dicha situación. Pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados a la espera del Santo Advenimiento y, así, una actitud pasiva sólo nos llevará a permanecer al margen de las acciones que deberíamos acometer nosotros, NO los demás. Dejar que obren los demás en nuestro nombre será nuestra peor decisión. Y, al decir sin pasividad sugiero que tomemos las riendas de nuestra vida, es decir: decisiones, es decir: cambios. Yo diría que es prácticamente imposible cambiar a los demás, así que tal como dice un refrán maltés: cámbiate a ti mismo y el mundo cambiará. Nunca olvides que la diferencia entre lo posible y lo imposible es la fuerza de tu voluntad.

¿Acaso eres feliz?, obviamente la respuesta es NO, porque si fueras feliz ni te plantearías una situación diferente a la que vives. La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces, está en armonía. (Gandhi)

¿Es difícil cambiar de vida, de modo de pensar, actuar, etc.? SÍ, muy difícil, pero no imposible. Hay que empezar poco a poco, al principio haremos cambios pequeños, cambio de costumbres, cambios en nuestra casa, cambios de pensamientos, de actitud; ni te imaginas cómo pequeños cambios te llevan a cambios mucho mayores. Hay que desechar pensamientos obsoletos, como hay que desechar vestimentas que no uses. Vacía tu mente de pensamientos y prejuicios heredados al mismo tiempo que vacías tu armario de ropa que ya no utilizas. El dejar espacio en el armario para guardar ropa nueva es lo mismo que vaciar tu mente para nuevas ideas y sensaciones.

Dice un proverbio oriental que: para que bebas vino en una taza llena de té, primero es necesario tirar el té para entonces, beber el vino.

Un turista ávido de conocimiento buscaba incansablemente a través de medio mundo personas sabias de quien aprender las enseñanzas de la vida. En cierta ocasión llegó a la ciudad de El Cairo buscando a un sabio de quien le habían hablado, así, fue a visitarle y quedó sorprendido de la austeridad de la vivienda de tan famoso sabio. Constaba de una única estancia con una cama, una mesa, una silla y muchos libros apilados en una estantería. ¿Dónde están sus muebles? Preguntó. El sabio inmediatamente también preguntó: ¿y dónde están los suyos? ¿Los míos? Se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso! Yo también… le dijo el sabio.

Todo lo material es temporal, aunque algunos se empeñen en vivir como si fueran a quedarse aquí eternamente olvidándose de las cosas que de verdad proporcionan la felicidad.

Ante la pregunta de cuál consideraba que era el descubrimiento más importante en el campo del desarrollo humano en los últimos cien años al psicólogo y filósofo William James, siendo este profesor de la Universidad de Harvard, contestó: “hasta ahora se pensaba que para actuar había que sentir. Hoy se sabe que el sentimiento aparece cuando empezamos a actuar. William James lo resume con el siguiente adagio: “El pájaro no canta porque sea feliz, es feliz porque canta”

El comportamiento cambia el sentimiento, el sentimiento cambia el pensamiento. Empieza a actuar ya y las cosas cambiarán dentro y fuera de ti. Intención sin acción es frustración. Atrévete, da el paso y el poder te será dado. Podéis leer más reflexiones similares en el artículo que publiqué hace ya diez años titulado CAMBIOS.

En un bosque se bifurcaron dos caminos, y yo… Yo tomé el menos transitado. Esto marcó toda la diferencia (elegir) Robert Lee Frost.

Creer para ver, no ver para creer. La mente es poderosísima, creed en ella, daros la oportunidad de creer en un futuro mejor, visualiza una situación diferente, una situación deseada por vosotros y os sorprenderá el resultado. Yo estoy segura que podemos conseguirlo solos, es cuestión de proponérnoslo, pero si necesitáis algo de ayuda, versaros sobre el método Coué y el método Silva, os será de gran ayuda.

Émile Coué descubrió que el mismo medicamento prescrito tenía una eficacia diferente dependiendo si a un paciente le decía los fabulosos poderes curativos de dicho medicamento y, en cambio a otro paciente no le hacía ningún comentario sobre dicho medicamento. Al paciente al que le hablaba de la bonanza de dicho medicamento mejoraba considerablemente antes que al que no le había dicho ningún comentario.

¿por qué se curaba antes? Por sugestión Porque así lo creía el paciente, su cuerpo estaba pre-condicionado a curarse antes al considerar que el medicamento era muy eficaz. Este efecto sería conocido como efecto placebo. Este mismo efecto se aplica a diferentes ámbitos de la vida. ‘”Cuando la voluntad y la imaginación están en conflicto, es siempre la imaginación la que triunfa”, escribió en cierta oca­sión Emile Coué.

Visualiza el futuro deseado y lo obtendrás, pero sé coherente, visualiza cosas tangibles, diseña algo que te resulte creíble, orienta tu energía a la creación de mejorarte como persona, reflexiona sobre cómo alcanzar un proyecto que te seduzca, mantente despierto para aprovechar las oportunidades que se te presenten. Hay que estar preparados para cuando llegue la oportunidad, no prepararnos a partir de que nos llegue la oportunidad; porque ningún viento es bueno para el velero que no sabe a dónde va.

E igual que en la Parábola de las diez vírgenes, también conocida como las vírgenes sabias y las vírgenes necias, debemos estar preparados y atentos para afrontar y aceptar que en nuestras vidas pasaremos por pruebas muy duras, tan duras como la llegada de un virus que a pesar de tener un nombre real, (coronavirus) símbolo de nobleza, no discrimina ni raza, ni color, ni edad, ni status económico o social. Quizás debamos parar y reflexionar en que algo no estamos haciendo bien. La buena noticia la encontraremos en el artículo: mensaje

Sucederá entonces con el Reino de los cielos, como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo. En cambio, las previsoras, además de sus lámparas, llevaron sus botellas de aceite. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño y se durmieron. Cerca de medianoche, se oyó gritar: ¡ya viene el novio¡¡salgan a recibirlo ¡todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: “dadnos un poco de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se están apagando” pero las muchachas previsoras contestaron: no, porque entonces no alcanzarán ni para nosotras ni para vosotras. Vayan a comprar. Pero mientras las cinco muchachas fueron a comprar el aceite, llegó el novio. Las previsoras entraron con él en la boda y la puerta se cerró. Después llegaron las cinco muchachas que habían ido a comprar aceite diciendo: “Señor, señor, ábrenos” pero él les contestó: “Les aseguro que no las conozco” manténganse despiertos, añadió Jesús, porque no saben el día ni la hora. (Mateo 25:1-13)

Cualquier Alma buena dirá: las cinco muchachas previsoras podían haberles dado un poco de su aceite… pero el tipo de aceite que se necesita para iluminar el camino y alumbrar la oscuridad no se puede compartir. Todos tenemos que obtener ese aceite por nosotros mismos. En la parábola el aceite se puede comprar en el mercado, en nuestras vidas, debemos fabricarlo con una vida ejemplar.

EL Maestro Sai Baba. (1926-2011) impartía cuatro leyes o principios espirituales;

La primera ley dice:

¡La persona que llega es la persona correcta!

Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:

¡Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido!

Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe aquello de: ¡si hubiera hecho tal cosa… hubiera sucedido tal otra…!

La tercera ley dice:

En cualquier momento que comience es el momento correcto.

Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así…. para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

y… la cuarta ley dice:

¡Cuando algo termina, termina!

Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto, es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. No es casual que vosotros estéis leyendo este texto, si este texto llega a vuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.

Tengo la firme creencia que la persona que comprenda y acepte estas cuatro “leyes” alcanzará un estado de serenidad que le dará la fuerza necesaria para seguir el camino de superación que la evolución requiere.