Autores: Varios
Colección: Biblioteca Clarín de la Historieta nº 16
Edita: Clarín, Buenos Aires, 2004
Este libro para mi es un hallazgo, al rescatar a dos personajes de la historieta Argentina AHC (“Antes de Hora Cero” que, como toda persona que vé Continuará, es el equivalente de la crucifixión en la historieta argentina, cuando comienza la Edad de Oro del Comic Nacional). Tanto Vito Nervio como Misterix fueron dos personajes interesantísimos de la aventura argentina de las décadas de 1940, 19650 y 1960. Por supuesto se hallan olvidados y opacados y esta es una buena manera de ver sus méritos.
Como siempre, hay que destacar el trabajo de selección realizado por Diego Accorsi, que se toma el trabajo de elegir historietas representativas de los períodos de ambos personajes. Sin él, la Biblioteca Clarín habría adolecido de fallas imperdonables, en mi opinión.
Empecemos por Vito Nervio, el detective criollo que actuó en las páginas de Patoruzito entre las décadas de 1940 y 1950 viajando por el mundo y viviendo aventuras exóticas. En el libro tenemos tres historias de éste. La primera es la aventura que presenta al personaje, guionizada por Mirco Repetto y dibujada por Emilio Cortinas. Lo impresionante aquí es el dibujo de Cortinas, un tipo que está olvidado con ganas por parte de el mundillo comiquero argentino y es simplemente brillante, con un manejo del dibujo realista con toques expresionistas a lo Eisner que son simplemente espectaculares. No había leído nada de él nunca pero, tras ver sus dibujos, me encantaría que alguien se tome le trabajo de subir (siquiera digitalizando) mas de su obra.
(Y , ya que estamos, recomiendo ciegamente que se bajen el cuaderno digital sobre Cortinas hecho por la gente de La Bañadera del Comic. Info de la buena)
Las dos aventuras siguientes de vito Nervio están hechas por el equipo más clásico del personaje, compuesto por el guionista Leonardo Wadel y Alberto Breccia en los dibujos. Ambas historias ocurren en ambientes exóticos (África y París) con argumentos de aventura pura y dura, con Vito enfrentando nativos, peleando con pulpos gigantes, luchando con organizaciones malvadas ocn planes para dominar el mundo e ingenios casi de ciencia ficción, etc. Wadel es un guionista solvente, muy entretenido y que maneja muy bien los tiempos para dejar con las ganas d mas cada semana (recuerden que esto se publicaba semanalmente). Y Breccia ya es claramente un dibujante sólido e interesado en el trabajo expresionista de las sombras pero con un manejo de la anatomía que asombra, algo que muchos parecen olvidar porque solo han visto el trabajo de sus últimos años y no ven la solidez de la anatomía del Viejo sobre la cual construyo sus fabulosas fantasmagorías. Eso sí, se nota que está limitado, aplastado por la cantidad excesiva de viñetas que impiden demostrar su virtuosidad con el lápiz.
La cosa decae cuando llegamos a las historias de Misterix, tal vez lo más cercano a un superhéroe clásico que haya existido en esos años en Argentina. Científico, detective, poseedor de un traje a prueba de balas y con una pila atómica que le daba poderes sobrehumanos, el personaje (creado originalmente en Italia pero que terminó desarrollándose para el mercado local, en uno de los primeros casos de la larga interacción creativa entre los mercados italiano y argentino) tuvo gran éxito en su momento. Sin embargo ni los dibujos de Paul Campani –deudor de Milton Canniff- ni los de Eugenio Zoppi – que se revela con puntos estéticos en contacto con Solano y el propio Breccia – no impresionan demasiado hoy día. Y Alberto Ongaro (quien será el guionista de los mejores episodios de la serie), sin ser un ml guionista, tampoco me entusiasmó mucho. Creo que el mejor episodio de los que están en el libro corresponde a “Los mendigos pintados”, una intriga policial muy bien desarrollada.
Como se puede ver, el libro es de calidad despareja. Pero para conocer personajes que se han olvidado en la conciencia historietística, me parece algo sumamente valioso. Ojala haya más cosas similares.