¡Viva el rey!, por cojones

Publicado el 19 junio 2014 por Rgalmazan @RGAlmazan

CRÓNICA DE UN DÍA EN ESTADO POLICIAL

O por ovarios. O por narices. A la fuerza, vamos. No han dejado resquicio posible. ¡Todo por el rey! aunque sea con fórceps. Porque hoy, todas las fuerzas institucionales, todas las fuerzas del Estado, las de orden y las de desorden, todas han sido puestas al servicio de un único objetivo: Loar al rey. Y, de verdad que se han puesto las pilas.

Hoy he acudido a la concentración republicana que estaba convocada en la Puerta del Sol, a las 12. Y puedo contar en directo la experiencia de lo que se puede ser algo parecido a un día en Estado de excepción.

En primer lugar, la estación de Metro de Sol estaba cerrada, así es que bajé en Tirso de Molina, y según me iba acercando al lugar de la cita me iba dando cuenta de que la policía, con sus lecheras y sus coches, incluso sus caballos, cada vez eran más numerosos. La plaza Benavente y la calle Montera hacían presagiar algo así como el principio de un campo de concentración, donde la policía tomaba posiciones desde tierra y aire –los tejados con francotiradores policiales y sus helicópteros cruzaban las nubes—.

Y yo que pensaba que la policía estaba sólo en Gran Vía y por donde pasara la comitiva real, pues no, la policía también estaba, y de forma abundante, en la Puerta del Sol, totalmente tomada por policías nacionales y, también, municipales, que la han precintado. Estaba totalmente cerrada y sólo se podía pasar bordeándola por la acera, salvo delante del edificio de la Presidencia de la CAM, adornada al efecto con una gigantesca fotografía de los nuevos reyes, cuya acera estaba también cerrada y los polis, a gritos y dando órdenes militares, mandaban al personal pasar por el carril bici, todo para evitar acercarse a la antigua Dirección General de Seguridad franquista.

Decidí empezar a dar vueltas por la plaza, tratando de encontrar alguna pista republicana. Había llegado a las 11:45, y me dedique a ver el panorama. Un estado de sitio. Más de cuarenta lecheras, dentro de la plaza, más las que estaban estacionadas en las calles adyacentes, y es difícil decir cuántos policías había, pero sin contar los que no se ven o los que están dentro de las furgonetas, en el lugar habría cerca de cien, que rodeaban la plaza y las entradas de las calles que allí desembocan.

Al dar la segunda vuelta pude ver que en la calle Montera, a unos cincuenta metros de la Puerta del Sol, había unos cuantos manifestantes republicanos con banderas y gritando lemas y eslóganes a favor de la República y contra la Monarquía. No me permitieron pasar, estuve esperando en la plaza, hasta que ese grupo de republicanos, después de media hora pudieron pasar hasta la acera de la plaza. Allí cortaron para que nadie pudiera contactar con los manifestantes, quise acercarme y no me dejaron hasta que les dije que yo también era parte de esa manifestación.

Desde ese momento, fuimos guiados, a la fuerza, por la policía, que nos fue alejando de la Puerta del Sol y, por la calle Espoz y Mina, Plaza del Ángel y Doctor Cortezo, hasta la plaza de Tirso de Molina. Allí he permanecido con los concentrados durante una hora, donde hemos proferido los lemas y gritos de protesta. De ellos quiero destacar dos, por su chispa: No estamos todos / que falta un elefante; y No nos escoltéis / que no somos el rey (debido a que más que una manifestación parecía un grupo de presidiarios escoltados todo el camino por hileras de policía).

En fin, luego dirán que fuimos pocos.Y pocos hemos sido, no más de mil. Pero, hay que valorar la dificultad de acudir a esta manifestación:

  • Se prohibió la manifestación de Cibeles a Sol, sustituyéndola por una concentración en la Puerta del Sol, que parece que últimamente también fue prohibida.
  • Ayer se prohibieron las banderas republicanas.
  • Se cerró la estación de metro de Sol, lugar de encuentro de la concentración y se han cancelado las líneas de autobuses que pasaban por la plaza.
  • La Puerta del Sol se encuentra clausurada a la hora y día convocada y llena de fuerzas policiales
  • Solo permiten pasar a los manifestantes a la plaza media hora más tarde, y para cruzarla a golpe de corneta escoltados por la policía, sin detenerse en ella y alejándoles de la misma, a la fuerza, hasta Tirso de Molina.

Después de lo anterior, para manifestarse hoy por la República, se puede concluir que casi había que ser un héroe.

Un día parecido a un país en Estado Policial, un día donde todo lo que no fueran vivas al rey estaba dificultado y apartado a lugares que produjeran menos incidencia. Un día donde para juntarse a los manifestantes había que atravesar un filtro policial. ¡Una maravilla!

Un poco antes el nuevo rey había hablado en el Parlamente. Todo obvio, vacío, frío. Eso sí vestido de militar (y yo que pensaba que los militares, en una democracia, estaban supeditados al poder civil) y ante unos invitados que aplaudían como una claque de revista.

Después, en el Palacio Real, se estaba realizando el besamanos de los nuevos reyes, un besamanos que a algunos seguro que les parece poco, cuentan las crónicas que ha habido momentos orgásmicos, y llantos de emoción, hasta dicen que algunos además de las manos querían besarles otra cosa. ¡0h, país!

Salud y República