Armado con su rústico equipo e inmersoen la morrina neblinosa y saturadoen el seno de su humedad, proyecta surecia silueta sobre las moles de PeñaSagra. Escudriña, tal vez, una nubeque se ha “metido en un picu” y lehace barruntar alguna tormenta.Es un monumento vivo al hombre fuerte,esforzado, sufrido y tenaz, que día adía se enfrenta con los elementos,como eterno combatiente, por lasubsistencia de sus cosechas y de susanimales para lograr esa hierba, esegrano, que son la base de nuestraeconomía regional.Sea esta estampa el mejor homenaje dereconocimiento, rendido con respeto yentrañable admiración.¡Viva La Montaña!
Armado con su rústico equipo e inmersoen la morrina neblinosa y saturadoen el seno de su humedad, proyecta surecia silueta sobre las moles de PeñaSagra. Escudriña, tal vez, una nubeque se ha “metido en un picu” y lehace barruntar alguna tormenta.Es un monumento vivo al hombre fuerte,esforzado, sufrido y tenaz, que día adía se enfrenta con los elementos,como eterno combatiente, por lasubsistencia de sus cosechas y de susanimales para lograr esa hierba, esegrano, que son la base de nuestraeconomía regional.Sea esta estampa el mejor homenaje dereconocimiento, rendido con respeto yentrañable admiración.¡Viva La Montaña!