Vive la magia de los hoteles boutique este 2015 en Madrid

Por Luke Luke Durden @LukeDurden1

Si nunca has probado un hotel boutique, este año es el momento. Este tipo de alojamientos deben plantearse como una experiencia de viaje en sí mismos, como una atracción más del destino porque, de hecho, lo son. Y algunos, realmente, marcan la diferencia.

Aunque el concepto de hotel boutique tiene unos añitos ya, la verdad es que la oferta no es ni la mitad (ni la cuarta parte) de la que existe para otro tipo de hoteles, como los resorts de playa en Tenerife o los grandes hoteles de la Costa de Barcelona o en el litoral de Cádiz.

Los hoteles boutique en España son sinónimo de hoteles con encanto. Son establecimientos más pequeños que convierten precisamente esa característica en un plus: ofrecen atención personalizada de alta calidad y cada rincón del alojamiento está mimado al detalle.

Barrio de Las Letras, Madrid

Ubicados especialmente en zonas urbanas y pequeñas poblaciones donde se ha apostado por el turismo de relax o el turismo cultural, los mejores hoteles boutique están en Madrid y en Barcelona. No obstante, también se pueden encontrar algunos hoteles con encanto en el centro de Sevilla, en Salamanca, Granada, Bilbao e incluso en ciudades esencialmente dedicadas al turismo de masas como Palma de Mallorca.

Esta última, de hecho, está viviendo un gran cambio en este sentido: en apenas 2 años, los hoteles en el centro de Palma se han ido orientando a un modelo de hotel boutique cada vez más exclusivo, proliferando los hoteles 5 estrellas en el casco antiguo y los hoteles con servicios business en zonas comerciales y de negocios. Es cierto que la gran mayoría de la oferta hotelera sigue volcada hacia un turismo más impersonal, pero con el crecimiento de los agroturismos y la especialización creciente de los hoteles de playa y resorts que encontramos en Playa de Palma, Playa de Muro y toda la zona de Calvià, la isla está cobrando una nueva perspectiva y logrando, poco a poco, recuperar ese halo de destino exclusivo que tuvo en los 60 – 70.

Pero volvamos a las grandes capitales, que es donde, indudablemente, encontraremos un segmento más desarrollado y evolucionado en materia de hoteles boutique. Si buscamos un hotel con encanto en el centro de Madrid tendremos bastantes entre los que elegir. De ellos, nosotros os dejamos aquí algunas referencias, que, en nuestra opinión, son algunos de los hoteles en Madrid que mejor muestran esta idea del hotel experiencia.

La Posada del Peine.- Uno de nuestros favoritos, no solo porque la reforma que le han aplicado es digna de los más excelentes diseñadores de hostelería del momento sino porque es uno de los hoteles más antiguos de España: fue antigua posada, cuando Madrid no era ni por asomo la gran ciudad que es ahora, y era el lugar en el que se quedaban todos los que entraban a aquel Madrid a través de la puerta de Alcalá. Su ubicación es de por sí una de las razones de su éxito. Es un hotel en la Plaza Mayor de Madrid, situado en uno de sus soportales. Es pequeño, acogedor, con pocas habitaciones -lo que exige reservar con bastante antelación-, con un trato personal de lujo y con servicios innovadores que te permitirán disfrutar de la máxima comodidad: habitaciones con wifi en pleno centro de Madrid, puedes pedir un iPad en recepción para utilizarlo sin compromiso durante toda tu estancia, tendrás ordenador en el dormitorio, un baño con ducha hidromasaje (pequeño pero bien equipado)…

hotel de lujo en la Gran Vía, Madrid

Iberostar Las Letras.- Estrictamente no podemos decir que es un hotel boutique por sus dimensiones, ya que ofrece más de 100 habitaciones, una cantidad que supera con creces lo que suele ser un hotel boutique de libro. Sin embargo, sí cumple el resto de condiciones. Es un hotel para experimentar, un alojamiento con encanto en la Gran Vía madrileña, en el que se ha llevado a cabo una reforma exquisita de los espacios, conservando todo el carácter del histórico edificio en el que se encuentra y llenándolo de valor añadido, más allá del descanso: gastronomía gourmet, atención personalizada al detalle, estancias con diseño singular y mucho carácter (algunas de ellas con Jacuzzi en la terraza), servicios exclusivos y, por supuesto, su terraza en la azotea, desde la que contemplar los tejados del centro de Madrid. El restaurante que ofrece también es digno de mención y, aunque uno acabe no alojándose en el hotel, sí es de obligada visita: en los fogones está el gran chef Paco Morales, uno de los mejores cocineros en Madrid.

Hotel Art Gallery.- Uno de los hoteles más exclusivos de Madrid luce el concepto de hotel boutique por todo lo alto. En él, destaca especialmente el diseño y los innovadores servicios que ofrece. Está ubicado en la zona de Serrano, lo que lo convierte en un alojamiento muy solicitado por todos los que buscan un hotel junto al Retiro, la alta sociedad que quiere estar al lado de las mejores boutiques y restaurantes de la capital y los ejecutivos y directivos de empresa de más renombre. El ambiente es selecto. Un poco encorsetado si lo que se busca es una escapada informal. Eso sí, verlo y descansar en él es toda una experiencia ya que parece realmente una galería de arte de vanguardia. La reforma del establecimiento ha sido desarrollada por la cadena vasca Petit Palace, uno de los mayores exponentes en hoteles boutique en España, y saben lo que hacen. Es un 4 estrellas que realmente parece de 5. Ofrece desayunos gratuitos, horario de salida flexible adaptado a cada huésped y tecnología punta. Como hotel gastronómico en Madrid también ha sabido hacerse un nombre. El restaurante Malevich, aunque de tamaño reducido, es una auténtica oda a la excelencia en la cocina. Se puede reservar aunque uno no esté alojado en el hotel y es perfecto para quedar bien en una cena romántica o en una comida de negocios.

Hay más, muchos más. Madrid es casi la capital de los hoteles boutique en España, pero el resto tendréis que descubrirlos vosotros… y luego venir a contárnoslo.

Para el próximo artículo nos guardamos la ruta de hoteles boutique para 2015… pero en Barcelona. Estén atentos a sus pantallas, amigos