Al final me doy cuenta de que no tenemos que darle tantas vueltas a las cosas. Al final, me doy cuenta de que nos ponemos tristes porque acumulamos muchas expectativas de nuestra vida. Siempre hemos imaginado cómo sería nuestra vida en el futuro, y no nos preocupamos tanto por nuestro presente. Hace poco, sin saberlo, me di cuenta de que estaba pensando demasiado en el futuro y olvidando el presente, y yo no puedo hacer nada para controlar el futuro si no estoy controlando el presente, y poco a poco, empecé a asumir cosas, a dejar de tener tantas expectativas y a simplemente: Vivir.
Un día me di cuenta de que tenemos que vivir. No importa cómo vivas, no importa nada más, límitate a vivir de la mejor forma que puedas, o que sepas, y vive, y no le des tantas vueltas a las cosas, y vive, claro. Y ríe, y llora, y piensa en el futuro, pero no te obsesiones. Vive. Vive sin mirar atrás.
A veces creo que nos obsesionamos demasiado con las cosas y no conseguimos vivir del todo. A veces tenemos tantas expectativas de cómo será nuestra vida que nos deprimimos porque nos damos cuenta de que nada salió como esperamos que saliera. Creo que al final hay que resignarse y asumirlo, y vivir. Vivir sin mirar atrás. Quizás pueda sonar triste, pero para mí no lo es. Se trata de vivir sin demasiadas expectativas, de conformarnos con lo que tenemos, y de valorarnos más a nosotros mismos.
Estoy mucho más optimista que hace tres meses atrás, y alguien podría preguntarme: Ha cambiado algo en tu vida? No. Esa es mi respuesta: No. No ha cambiado nada en absoluto. Por qué estoy más optimista hoy que hace tres meses? No ha cambiado nada en mi vida, supongo que la que ha cambiado soy yo, yo como persona he cambiado y tengo otra visión. Mi problema fue crearme muchas expectativas y que finalmente, no se cumpliera ninguna. Me sentí triste y rota, pero ahora mismo estoy enganchando todas las piezas que se rompieron de la muñeca. Me he dado cuenta de que la muñeca puede arreglarse, y eso está muy bien.
Vive. Vive sin mirar atrás, sin arrepentirte de nada. Ayer pensé que no tengo trabajo, pero sí el pelo azul, y eso está bien.