Cuando decimos que vivimos en sociedad, creo que se sobreentiende el " social".
No existen parámetros definidos en cuanto a lo que es correcto y a lo que no.
Creo que principalmente por el hecho de que todos somos diferentes es imprescindible que a veces tengamos cierta tolerancia al momento de que algún otro individuo con evidentes características diferentes a las nuestras quiera convivir en el mismo entorno que nosotros.
Aún recuerdo cuando acostumbraba ver en televisión esos programas de chismes junto a mi madre al salir de la secundaria. Ahí, un grupo de personas que se jactaban de -creo yo- ser modelos de vida, señalaban a diestra y siniestra la vida de todas aquellas personas cuyo nombre y trabajo eran del conocimiento popular.
Esas personas acostumbraban mofarse y compararse contra personas a las que todo el tiempo la tienen "en la mira". No por nada tenían -los conductores- un programa de televisión basada en la crítica, el chisme y el marujeo.
Ese tipo de personas son muy problemáticas.
Personas que se toman a si mismas como modelos a seguir, no sólo por creencia propia -lo cual sería un problema de ego- sino que muchas de las veces ni siquiera se consideran como tal y solamente dicen algo para llenar un tema o una conversación.
¿Qué es lo que se provoca? Pues que las personas creen que tienen también el derecho de invadir la privacidad, el criterio y la tranquilidad de otras personas basándose en las actividades "no comunes" que realizan.
No sólo me refiero a cantantes, actores o actrices, sino a todas aquellas personas que no coinciden con nuestra forma de llevar a cabo una vida.
Es como aquello que salió en televisión hace un par de meses. Ese suceso en donde se daban con todo las diferentes " tribus urbanas" -a las cuales mejor llamaría, gente ignorante o intolerante- para defender causas que ni siquiera podían explicar ( punks contra emos, o viceversa).
Creo que uno de los principales problemas, además de la intolerancia, es el ocio colectivo. Ya que aunado a la hostilidad de aquellos que realizan diversas actividades, se puede convertir en una especie de sanguijuela o parasito que se alimenta de otro.
No, no hablo de personas que se aprovechen de la confianza o la amistad de uno, más bien de las personas que se sienten útiles haciéndole la vida difícil a quienes realmente tienen un propósito.
Yo siempre he dicho que una persona sin propósitos no está viva, que si no tiene propósitos, por que no mejor dejar al lado las cuestiones superficiales para tratar de conseguir un poco de aquello que pueda nutrir a un individuo.
Y es que no es tan difícil, es decir, ¿qué tan difícil puede ser ponernos a pensar en que no somos los únicos en el mundo?
No es tan difícil hacernos de una vida, vivirla y dejar vivir a los demás.