Vivimos en una burbuja y el miedo a la incertidumbre

Por Vivirsintrabajar
Terminábamos el anterior post reflexionando sobre como hoy en día vivimos desconectados de las experiencias reales, en un “presente-continuo”, en el que cada día es igual anterior y al siguiente. Hemos sido educados para vivir en una burbuja en la que no exista incertidumbre. Lo que nos encontraremos en las aulas o en el trabajo mañana, será cualitativamente lo mismo que nos hemos encontrado hoy. No hay experiencia real, porque en estas experiencias no hay contacto con la realidad, son algo ajeno a nosotros, y lo que nos es ajeno, no nos mueve. Y la falta de movimiento, el estancamiento, produce putrefacción.

Hoy resulta muy fácil construirnos una burbuja de cosas que nos cuadran, que nos gustan, que tienen sentido para nosotros, sin que la dichosa realidad nos la explote. El de izquierdas puede vivir en su burbuja de izquierdas y el conservador en su burbuja conservadora. El escéptico sólo leerá información de escépticos y para escépticos y el "alternativo" seguirá la misma lógica. Hay tal sobreabundancia de información que si uno quiere, puede alimentarse sólo de lo que confirma sus gustos y opiniones.

Pensábamos que internet nos traería aire fresco a nuestra burbuja, que nos iba a permitir ampliar nuestra visión del mundo. Y gracias al desarrollo de la red social o web 2.0, esto está cada vez más lejos de realizarse. Podemos ver en el siguiente video, como a medida que las empresas de la red se esfuerzan por adaptar sus servicios (incluyendo noticias y resultados de búsqueda) a nuestros gustos personales, surge una consecuencia no deseada peligrosa: quedar atrapados en una "burbuja de filtros" que nos obstaculiza el acceso a esa información que podría desafiar o ampliar nuestra visión del mundo.

El descubrimiento, la posibilidad de sorprenderse ante algo nuevo que aparece ante nosotros sin saber muy bien cómo, parece estar en franca decadencia en la red.Las redes sociales que pretenden convertirse en "la red" han creado una imagen de nosotros mediante nuestro perfil y la información que le hemos proporcionado mediante nuestro historial de navegación. Y a partir de esta información nos proporciona de forma automatizada contenido que nos debe resultar interesante. Esto nos lleva a un estado de sorpresa constante que termina idiotizándonos. Pues algo que nos sorprende es algo que nos coge desprevenidos y por definición un contenido generado de forma automatizada siguiendo unos patrones no puede cogernos desprevenidos de forma permanente. El comportamiento aproximado sería el mostrado en la imagen siguiente:

El contenido preseleccionado que una herramienta nos puede mostrar siempre se moverá dentro de las casillas horizontales. Es necesaria la interacción directa con el contenido para poder movernos en vertical, para que el descubrimiento pueda realizarse, para que verdaderamente la sorpresa sea sorpresa.

La VIDA es incertidumbre, dudas, descubrimiento continuo. Debemos romper poco a poco la burbuja en la que estamos metidos y abrirnos a la experiencia real. Salir del mundo plano y estrecho que hemos creado. Debemos romper nuestros propios limites, jugar. Experimentemos lo que somos y lo que no somos. 


Respecto a la red, es necesario que el filtro del contenido que nos llega sea establecido por nosotros, por lo dicho anteriormente y por evitar la dependencia de una determinada herramienta. Por ello, es necesario recuperar la red en su concepto original. No debemos renunciar a crear nuestras propias redes, ni a gestionar las propias fuentes y debemos desarrollar las habilidades que nos permiten acceder y seleccionar el contenido que visitamos.


Los niños tienen el derecho a encontrar sus propios autores, y yo quiero ser ese autor, no el material de un programa de curso. Neil Gaiman