¿Vivimos en una democracia o en una mentira?

Por Mila Ciudad Interiorista @ellagardecoracion
Es de cultura general saber que la democracia nació en Atenas hace más de 2.500 años, pero “no se llevó a la práctica en su verdadero ser" hasta la Revolución Francesa y el nacimiento de las primeras constituciones de EEUU y Francia, con la participación entera del pueblo. Pero como creíamos saber, esa no es la verdadera historia, sino una burbuja hermética en la que los políticos nos han ido introduciendo en estos 200 años de "democracias". Estoy seguro de que muchos de ustedes no acaban de entender esas comillas que engloban la palabra democracia, pero si continúan leyendo esto seguro que lo entenderán.
Vamos a rebobinar hasta el origen de la verdadera democracia, en la Antigua Grecia, donde nació su etimología. Su modelo democrático era el siguiente:
Los que verdaderamente ejercían el poder eran los ciudadanos, aunque suene impensable. Por aquel entonces ellos aprobaban las leyes que los políticos proponían, debido a que los ciudadanos eran los que las iban a sufrir y aprovechar. Además, y esto cabe subrayarlo, el voto de cada hombre, independientemente de su posición social, su sexo y, sobre todo, de su origen, valía lo mismo que el de al lado.
De hecho, los fundadores de nuestras formas de gobierno contemporáneas declararon que lo que ellos mismos habían creado era lo opuesto de la verdadera democracia; es decir, habían creado repúblicas de gobierno representativo. Llamamos democracia a lo que no lo es. 
Entonces, ¿qué es una República de Gobierno Representativo? Pues es la forma de gobierno utilizada en el siglo XII por Alfonso X El Sabio, pero mucho mejor vendida. Hasta tal punto que creemos que los ciudadanos somos los que realmente tenemos el poder. ¡Qué chiste!
En la Edad Media se concibió por primera vez una forma de "frenar" relativamente el poder del rey, que fue la Curia Regia, donde los representantes, no elegidos por el pueblo, aconsejaban al rey acerca de los asuntos de Estado. 
Avanzamos en el tiempo hasta llegar a la Revolución Francesa, finales del siglo XVIII. Un escritor suizo llamado Jacques Rousseau presentó un libro que cambiaría la mentalidad de la burguesía y del pueblo llano francés: "Contrato social", que fue el principal detonante de la Revolución. Su contenido fue el origen de pensamientos contemporáneos como el neoliberalismo y el socialismo, teniendo como idea principal que "Todos debemos participar en la elaboración de leyes y tener un compromiso con el gobierno de nuestra nación". Y nacieron las elecciones. ¿Diferencias notables entre este nuevo régimen y el anterior? Solo una, tenía un mejor marketing.
Y así seguimos, en una equivocación permanente entre democracia y república de gobierno representativo. Si Dios quiere, alguien en el futuro vendrá a abrirnos los ojos y a enseñarnos el chollo que tienen los políticos con este régimen.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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