Vivir con despersonalización aún estando bien

Por Ms

Vivir con despersonalización es como existir en un espacio entre dos mundos. Es estar aquí y, al mismo tiempo, sentir que no lo estás. En los primeros días, semanas o incluso meses, la despersonalización puede ser una experiencia aterradora, desconcertante y absolutamente angustiante. Te preguntas si alguna vez volverás a sentirte “normal”, si alguna vez volverás a estar completamente presente en tu vida.

Pero con el tiempo, algo cambia… El miedo comienza a desvanecerse, no porque las sensaciones desaparezcan, sino porque aprendes a aceptarlas.

La sensación de estar desconectad@

Para aquellos que no han experimentado la despersonalización, es difícil describir con precisión lo que se siente. Imagina vivir en un sueño lúcido, donde sabes que estás despierto, pero nada se siente completamente real. Es como si hubiera una fina barrera de vidrio entre tú y el mundo, distorsionando tus sentidos, haciendo que todo parezca lejano e irreal.

Las conversaciones, los sonidos, incluso tu propia voz, pueden sentirse extraños, como si vinieran de algún lugar distante que no puedes ubicar.

Al principio, intentas luchar contra estas sensaciones. Te esfuerzas por sentirte «normal», por volver a conectar con la realidad de la forma en que solías hacerlo. Pero cuanto más luchas, más intensas se vuelven las sensaciones. Es como si esa fina barrera se engrosara, alejándote aún más del mundo que intentas alcanzar.

La aceptación: un cambio de perspectiva

Con el tiempo, sin embargo, te das cuenta de que la lucha es inútil. La despersonalización no es algo que puedas empujar fuera de tu vida con fuerza bruta. Así que, en lugar de resistirte, empiezas a ceder. Comienzas a aceptar que esta sensación de desconexión es parte de tu realidad actual. Dejas de obsesionarte con cada detalle de cómo te sientes y simplemente aceptas lo que es sin obsesionarte en su cura.

Este cambio en tu perspectiva no es fácil. Requiere una cantidad inmensa de paciencia y un gran esfuerzo consciente.

Pero una vez que dejas de luchar, algo interesante sucede: la despersonalización, aunque sigue presente, pierde su poder sobre ti. Dejas de tenerle miedo. Ya no es el monstruo que acecha en la esquina de tu mente, sino una presencia constante pero tolerable.

La vida con despersonalización: una nueva normalidad

Una vez que aceptas la despersonalización como parte de tu vida, empiezas a notar algo sorprendente: puedes vivir con ella. Puede que no sientas la conexión intensa con el mundo que solías tener, pero eso no significa que no puedas disfrutar de las cosas. La vida sigue, y tú sigues con ella.

Las conversaciones con amigos, las cenas familiares, los paseos por el parque, todos estos momentos siguen teniendo valor, incluso si se sienten un poco distantes. Aprendes a encontrar alegría en la aceptación, en la tranquilidad que surge cuando dejas de luchar contra lo inevitable. Es una especie de paz, aunque sea diferente de la paz que solías conocer.

Lo curioso es que, aunque la despersonalización sigue ahí, la aceptación te permite volver a experimentar la vida de una manera más plena. Puedes estar con tus seres queridos y participar en la vida diaria sin que la despersonalización te domine. Es como si hubiera un acuerdo tácito entre tú y esas sensaciones: “Estás aquí, pero no vas a controlarme”.

Conclusión: una forma de vivir, no de sufrir

Vivir con despersonalización es aprender a coexistir con una sensación constante de irrealidad. Pero cuando aceptas esta sensación, cuando dejas de temerla, te das cuenta de que puedes seguir adelante con tu vida. La despersonalización ya no es un monstruo, sino un recordatorio de la resiliencia que has desarrollado, de tu capacidad para adaptarte y seguir adelante, incluso cuando la vida no se siente completamente real. Es posible vivir, y no solo sobrevivir, con despersonalización. Y en esa aceptación, encuentras una forma de paz.

Si padeces despersonalización y quieres leer algunos testimonios, te los dejo aquí. Si te sientes identificad@ pero no lo tienes claro, te dejo un humilde test basado en síntomas, que puede darte una ligera idea de si la padeces o no.

Haz el test: Despersonalización test

1.  En ocasiones siento que el entorno es distante, como si de una película se tratara. Mucho Nada 2.  Experimentas que el tiempo de manera distorsionada, como si pasara a veces muy lentamente y otras veces muy rápido. Mucho Nada 3.  ¿Tienes problemas para concentrarse y recordar información reciente? Mucho Nada 4.  Los lugares familiares pueden parecer desconocidos, extraños o como si no formases parte de ellos. Mucho Nada 5.  Te preguntas con frecuencia quien eres e incluso a veces sientes confusión al mirarte al espejo. Mucho Nada 6.  Tienes una sensación de estar observando tu propia vida, como si fueses un espectador de tu propia existencia. Mucho Nada 7.  Sientes una sensación de distancia incluso con personas cercanas y queridas. Mucho Nada

¡Test completado!

Si has puntuado un total de más de 17 puntos, deberías de consultar con un personal de la salud estos síntomas.

Time's up

Espero que este texto te anime y dé fuerzas si estás pasando por ello y aún no has llegado a la aceptación. Un abrazo!!