La Sanidad, más que un servicio al ciudadano, se ha convertido en una prostituta que se vende al mejor postor. Mientras, Cuba desarrolla vacunas contra el cáncer
Mientras que en Europa (y en España, la incluiremos como un país en las mismas condiciones del resto de los países europeos por esta vez, pese a todo) se deslizan en terrenos que cada vez parecen más los de un burdel de leyes que atentan contra los ciudadanos, cada día, con un poco de interés y acierto, podemos buscar en la red, ciertas informaciones que, cuanto menos, nos deberían afectar, y si lo prefieren, indignar. Pero, ¿eso es así? Es decir, ¿nos indigna? Bueno, en realidad sí que nos indigna. Yo diría incluso que nos enfada y perturba pero es muy comedido. Yo diría incluso, irrisorio. Tenemos Whatsup, Facebook y 20 Mb de velocidad. Para algunos más que suficiente. ¿Pero qué me diran si les cuento alguna “cosilla”? Que Cuba haya desarrollado ya cuatro vacunas contra diferentes tipos de cáncer es sin duda una noticia importante para la Humanidad, si tenemos en cuenta que, según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en el mundo, por esta enfermedad, cerca de 8 millones de personas. Sin embargo, los grandes medios internacionales la han ignorado casi por completo.
En 2012 Cuba patentaba la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón avanzado a nivel mundial, la CIMAVAX-EGF. Y en enero de 2013 se anunciaba la segunda, la llamada Racotumomab. Ensayos clínicos en 86 países demuestran que estas vacunas, aunque no curan la enfermedad, consiguen la reducción de los tumores y permiten una etapa estable de la enfermedad, aumentando esperanza y calidad de vida. El Centro de Inmunología Molecular de La Habana, perteneciente al Estado cubano, es el creador de todas estas vacunas. Ya en 1985 desarrolló la vacuna de la meningitis B, única en el mundo, y más tarde otras, como las que combaten la hepatitis B o el dengue. Además, investiga desde hace años para desarrollar una vacuna contra el VIH-SIDA. Otro centro estatal cubano, los laboratorios LABIOFAM, desarrolla medicamentos homeopáticos también contra el cáncer: es el caso del VIDATOX, elaborado a partir del veneno del alacrán azul. Cuba exporta estos fármacos a 26 países, y participa en empresas mixtas en China, Canadá y España. Todo esto rompe completamente un estereotipo muy extendido, reforzado por el silencio mediático acerca de los avances de Cuba y otros países del Sur: que la investigación médico-farmacéutica de vanguardia se produce solo en los países llamados “desarrollados”. Indudablemente, el Estado cubano obtiene un rendimiento económico de la venta internacional de estos productos farmacéuticos. Sin embargo, su filosofía de investigación y comercialización está en las antípodas de la práctica empresarial de la gran industria farmacéutica. El Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts denunciaba recientemente que las farmacéuticas orientan sus investigaciones no a la cura de las enfermedades, sino al desarrollo de fármacos para dolencias crónicas, mucho más rentables económicamente. Y señalaba que las enfermedades propias de los países más pobres –por su baja rentabilidad- sencillamente no se investigan. Por ello, el 90% del presupuesto para investigación está destinado a las enfermedades del 10% de la población mundial.