VIVIR ES SOLO COMPARTIR (y II)

Por Mbbp

Continuación…

El ser humano siempre habla de amor. Y muchas veces el amor no es más que compartirse plenamente y entregarnos a lo amado, ya sea una persona especial, al resto de la Humanidad, a un lugar o un instante intensamente vivido. El amor siempre debe ser bidireccional (win-win) y, a la vez, no esperar nada a cambio! Estamos hechos para amar y eso significa compartirnos, pues dando, recibimos y cuanto más damos más tenemos. Para ello solo debemos dejar de atesorar, de malgastar recursos sin sentido y de guardar para nosotros lo que sentimos, por miedo a perder algo importante que, sin compartirse, es trivial y solo pasajero! Tal vez por eso el verdadero Amor es compartir sin miedo…

En Oriente se dice sobre el amor que quien da una flor, se queda su fragancia en la mano. Osho afirma que la semilla es el sexo, la flor es el amor y su fragancia es la compasión, es decir, compartirse plenamente. Y es que dar porque sí, te permite ser feliz! Cuando, en cambio, te guardas para tí todo lo que eres y tienes o compartes solo lo que te sobra, o solo lo mejor de ti -obviando que somos luces y sombras- o lo que no valoras -y eso te incluye a ti mismo-, eso no es Amor, sino necesidad, o un amor limitado y efímero, o la necesidad de reconocimiento ajeno o el miedo a perder o a quedarte sin nada. El Amor de verdad te hace darte por entero, sin medida, sin momentos adecuados y sin esperar nada a cambio… aunque te hace sentir siempre pleno!

Vivimos en un mundo en el que, al parecer, no es siempre fácil compartir. A pesar de que siempre y continuamente estamos compartiendo. Compartimos el Universo (todos formamos parte indispensable en él) y el planeta Tierra con los otros seres vivos. Compartimos sin cesar nuestro aire y los recursos naturales con los demás, nuestro hábitat con nuestros semejantes, nuestros momentos con alguien más, compartimos unas mismas emociones con todos los seres humanos e incluso podemos compartir nuestros silencios, por amor. Todo eso lo compartimos sin darnos cuenta, a cada instante. Solo hay que intentar que eso que compartimos sea favorable para quien lo da y para quien lo recibe. Pero podemos compartir aún mucho más. Podemos compartir que lo que sabemos, nuestras experiencias, pensamientos, lo que hemos aprendido, lo que sentimos a cada instante! Al compartir no podemos hacer el camino de nadie, pero si podemos compartir su propio camino hacia él mismo y hacia nuestra mútua felicidad. Al fin y al cabo, vivir es siempre compartir y compartir es siempre amar!