Hace 20 años ¿Quién hablaba de gluten?. Poca gente, muy poca. Posiblemente solo los profesionales sanitarios y no todos. Por el contrario, hoy se ha pasado al otro extremo y todo el mundo ha incorporado la palabra gluten a su vocabulario, como si habláramos de pollo. Es más, hasta tiene un día Nacional: el 27 de Mayo.
Eso no es un problema siempre y cuando se nombre con conciencia de lo que se está diciendo, cuándo, cómo y porqué. El tema, bajo mi punto de vista es cuando el tema gluten, o especificando más, el “Sin Gluten” no solo es algo que se pronuncia, sino que pasa a ser un hábito que muchos incorporan en su forma de vida, bien sea por necesidad e intoleracia, por opción, o, lo peor, porque está de moda.
No se puede negar que la celiaquía la sufren muchos. De hecho conocemos casos que han sido diagnosticados ya de adultos a raíz precisamente de la detección de esta enfermedad en sus hijos. Hasta que no ha sido identificada, los hoy intolerantes iban descartando de su dieta aquello que les sentaba mal, sin más.
Vivir sin Gluten por necesidad ya es bastante problema para quien cada día lo padece. Hacerlo por opción es, creo, ganas de complicarse la vida. Pero cada uno allá, faltaría más. Quién sabe si quizás de aquí a 20 años más la investigación haya concluído que el gluten es algo de lo que deberíamos prescindir todos. Peores cosas han pasado.