Vivos y Muertos

Publicado el 22 junio 2010 por Eldevoradordelibros
Probablemente al leer el título del post estaréis pensando "¿Más historias de fantasmas?". No os voy a engañar, es una obra sobre los vivos y los muertos pero no otra más. Es fresquita, que falta hace ya con el calor que va haciendo, y entretenida, es... Entre luz y tinieblas de Laura Whitcomb.
Helen lleva muerta más de cien años. Es Luz. No recuerda cómo murió pero una parte de su interior le dice que lo merecía, por eso cree que no está en el cielo. Se aferra a los vivos para no caer en el infierno. De este modo, tiene señores o señoras a los que se une de un modo especial para poder "vivir" en la claridad y no en la oscuridad.
James es un chico que va a la clase del profesor Brown, el lazo que une actualmente a Helen con la vida. Sorprendentemente, el joven es consciente de su presencia. Ella, en un principio, desconfía de él. No es para menos, es la primera persona en ciento y pico de años con la que puede hablar.
¿Es James alguien especial? ¿Un médium tal vez? No. El chico es Luz, como Helen, pero ha encontrado un cuerpo en el que vivir. El vínculo que se establece entre ambos es especial. Son, podría decirse, dos personas destinadas a estar juntas pues parecen ser las únicas de su condición. Pero hay un problema: no  pueden tocarse, no se sienten el uno al otro.
La solución es que Helen encuentre un cuerpo vacío, es decir, un cuerpo cuyo dueño haya abandonado. Así, localiza a Jenny, una chica sobreprotegida por sus padres y muy religiosa. James también encontrará dificultades pues el joven amo del cuerpo, de nombre Blake, era adicto a las drogas. Como véis, no les será fácil mantener una relación, la cual resultará ser más carnal que amorosa.
Me ha gustado la forma de escribir de Whitcomb, especialmente cómo refleja el contacto de Helen con los vivos cuando vuelve a  la Tierra. Sin embargo, desde las primeras páginas he tenido la impresión de que la novela no estaba bien traducida. No lo puedo achacar a la forma de expresarse de la autora pues lo he leído en español, pero esa sensación me ha acompañado en buena parte de la lectura. No obstante, al margen de esto, se devora con rapidez y se disfruta.
Agradecimientos Nabla Ediciones