Voces de Chernóbil de Svetlana AlexiévichEditorial Debate - Encuéntralo en Goodreads
Si bien este libro no es reciente, que se traduzca y publique en mas partes del mundo es cuando otros pueden enterarse de lo que paso con sucesos dela historia. Y creo que este libro es un importantísimo recordatorio de lo que ha sucedido y que con el paso de los años podríamos pensar que es una pagina mas.
Para muchos Chernóbil era su casa, dice el libro. La Unión Soviética tras su cortina de hierro convenció al mundo por varios días que lo que sucedió en el Reactor cuatro había sido algo menor, un simple accidente, pero fue mucho más que eso. Todo lo dicho al exterior fue mentiras, pero no solo para afuera, también para adentro. La tragedia humana había empezado pero había sido silenciada. Nadie deja su casa por voluntad, la tierra llama.
La radiación no se ve, no huele entonces podría ser inofensiva. No tenemos miedo a lo que no podemos ver, no podría hacernos daño. Miles de personas se negaban a dejar su casa, no entendían la razón. Nadie entendía por qué ya no podían seguir cultivando la tierra, porque tenían que abandonar sus animales y sus casas por algo que existe, pero no podemos ver.
El verdadero horror apreció tiempo después y la tragedia humana fue silenciada. La explosión del reactor 4 de Chernóbil es, de una forma corta de decirlo, un gran error humano. Quizás el peor de todos. Svetlana Alexiévich, periodista bielorrusa, recopiló voces y testimonios de los afectados de esta tragedia. Voces de mujeres, niños, soldados, científicos, ancianos forman un coro en el que la realidad del desastre es absolutamente escalofriante.
Este libro no es fácil de leer. Las voces de los entrevistados se han mantenido fieles a quienes decidieron hablar con la periodista y su testimonio transcrito en sus propias palabras. La decisión de no romancear la historia, pero dejar que las voces contaran su historia en su propia voz es una catarsis plena y devastadora. Las voces de quienes lo padecieron y que la Unión Soviética no dejo conocer. Svetlana es a su vez una víctima y escuchamos su voz.
Hasta el día de hoy el reactor 4 de Chernóbil duerme bajo un sarcófago, pero sus devastadores efectos durarán miles de años. La radiación es una destrucción invisible, lenta y mortífera. Este libro es durísimo de leer, pero hay que leerlo. También vi la serie de HBO y creo que ha sido un buen trabajo para contarnos lo que paso horas antes y después. Hay que darle una oportunidad.