Voces de tierra adentro

Publicado el 09 septiembre 2015 por María Bertoni

El documental de Salamanca Cine se proyectará gratis en el Centro Cultural Kirchner del 10 al 13 de septiembre.

Tras su paso por el 17° BAFICI, mañana jueves se estrena La música interior, documental de Salamanca Cine sobre los entretelones artísticos del concierto homónimo que el Ministerio de Cultura de la Nación organizó en el Complejo Cultural Guido Miranda de Resistencia, Chaco, hace dos años. La película se exhibirá gratis sólo en el Centro Cultural Kirchner, a las 17 y a las 19, y hasta el próximo domingo 13.

El último día de proyección coincidirá con la última jornada del ciclo de talleres, charlas, ensayos, recitales que el mismo Ministerio concibió como prolongación de la iniciativa de 2013. Esta propuesta que arrancó el martes antepasado y que finalizará el domingo –también en el CCK– se llama, otra vez, La música interior.

En términos televisivos y globalizados (o anglificados), podría decirse que Fernando Arca y equipo filmaron el backstage del concierto que reunió a más de cuarenta músicos oriundos de todas las provincias argentinas. El público porteño reconocerá sobre todo los rostros de Juan Falú, Liliana Herrero, Teresa Parodi y Luisa Calcumil.

La cámara en manos de Andy Fechi sigue más a Falú y a Herrero porque, además de tocar y cantar en escena, éstos son los directores artísticos del evento. A contramano de los criterios narrativos del entretenimiento globalizado, el protagonismo acordado al guitarrista y a la vocalista no los convierte en figuras estelares. Al contrario, el enfoque del largometraje privilegia la dimensión colectiva de la iniciativa.

La filmación de los preparativos ilustra la definición romántica de ‘Música’ en tanto lenguaje universal que propicia el encuentro de las almas. En esta oportunidad, la comunión se produce entre guitarristas, tecladistas, percusionistas, acordeonistas, vocalistas que se conocen mucho, poco o nada. Cualquiera sea el caso, a lo sumo necesitarán un gesto o un breve intercambio de palabras antes de dar con la mejor combinación de tones y sones para tal o cual autor.

Gracias al trabajo del sonidista Adriano Salgado, los espectadores disfrutamos de acordes sueltos y de canciones enteras como El cosechero de Ramón Ayala. La emoción embarga aún a aquéllos que escuchamos poco folklore.