¿Tienes una empresa y estás pensando en cambiarte a Vodafone? Pues has tenido mucha suerte. Porque después de leer este post espero que ni se te ocurra.
Te sorprenderá que alguien se tome el tiempo de escribir algo así. Pero es tal el abuso que puede llegar a realizar esta empresa, que me he sentido obligado a hacerlo. En lugar de entrar entrar en generalidades, mejor cuento mi experiencia:
Un día cualquiera en mi oficina (somos 7 personas) me llama una mujer de Vodafone haciéndome una gran oferta por la fibra óptica. Resulta, que podré ahorrar unos 14 € (sí, ingenuo yo, hice el cambio por 14 miserables € al mes) de mi proveedor actual. Además, me prometen una rebaja del 30% en mi línea de teléfono. Me asegura que el cambio se va a poder realizar sin ninguna interferencia. Además, justo me acababa de vencer el contrato anterior y estábamos en medio de un cambio de domicilio, con lo cual, bastaba con dejar que la otra cancelara. Así que dije ¿por qué no?
El comercial, una persona muy proactiva, simpática y con las cosas muy claras me promete el oro y el moro. Le digo que necesito la fibra puesta antes de fin de mes, que esa es una condición muy importante porque no podemos quedarnos sin Internet. Me dice que por supuesto, sin problema, que tenemos muchos días de sobra, ya que eran principios de mes. Le digo que no tenemos la fibra instalada, pero no hay problema, porque ellos pueden llegar en el mismo día siguiente. Me quedo sorprendido por el gran servicio que ofrece Vodafone. Así que, encantado con mi nuevo proveedor, me dije: adelante. Y hago la grabación mediante la cual ya he firmado el contrato. Y aquel gran servicio acabó en ese mismo momento.
En la grabación, lo único que después podrás reclamar, solamente indican el servicio y el precio. Olvídate de cualquier otra cosa que te hayan prometido porque, como me confesó un empleado de la propia compañía, “habitualmente, el personal comercial, promete más de lo que se puede ofrecer”. O dicho de otro modo, te mienten a la cara. Enumero el calvario por el que pasé, que supuso miles de euros perdidos para mi empresa.
Capítulo 1: Falsas promesas
- En primer lugar, me piden la documentación de la empresa. No se había mencionado, pero bueno, hasta aquí todo normal. La envío, y ellos me avisarían en cuanto estuviera validada.
- Nadie llama ni escribe nunca. Al cabo de 5 días, llamo por teléfono. Me dicen que aunque no me han avisado, los técnicos tienen fecha para venir a instalar la fibra el 28 de Marzo. Es solo 3 días antes de que acabe el mes y me quede sin Internet, así que ya empecé a tener la mosca en la oreja. Pero me fié de ellos.
- Craso error. El 28 no viene nadie. El mismo 28 a la tarde llamo. Nadie sabe qué ha pasado. Mi empresa no está validada. El departamento de verificación admite que los documentos llegaron. Pero ninguno de los operadores tiene respuesta.
- Día 29: Literalmente 8 horas al teléfono con Vodafone – y como cualquier pequeño empresario, tengo cosas mucho más importantes que hacer. Pasé literalmente por varias decenas de departamentos. Nadie sabía nada y todos me decían cosas diferentes.
- Finalmente, me encuentro con otro comercial, igual que el primero. Me dice que si firmo el contrato con una sociedad que ya tenía verificada en Vodafone, no habría problema y después puedo hacer el cambio de titular sin problema. Por supuesto, esto iba a ser mentira también.
- Firmo el contrato con la sociedad antigua (que estaba en desuso totalmente). Nada más firmar, me dicen que el técnico vendría a instalar la fibra ¡6 días! después del contrato. Es decir, tengo que mandar a todos los empleados a casa casi una semana – ya que sin Internet no podemos trabajar.
- Llamo al departamento técnico. Me dicen que es imposible hacer nada. Aquí es cuando me dicen que los comerciales en Vodafone, normalmente, prometen más de lo que pueden ofrecer.
- Totalmente desesperado, consigo que me lo pongan en Urgente. Nada más. Me dicen que el técnico puede llegar en cualquier momento, por lo que ¡tengo que estar en la oficina sin Internet a la espera de que lleguen! Me toca esperar.
- El Lunes 3 de Abril, estoy todo el día en la oficina. No tengo mucho que hacer sin Internet, por lo que me paso casi todo el día insistiendo a Vodafone, a ver si consigo algo.
- El Martes 4, ya desesperado, finalmente, tengo una brillante idea: Voy a montar un escándalo a una tienda de Vodafone hasta que me envíen un técnico. Pasaré una gran vergüenza, pero a lo mejor consigo algo.
- Hablo con la mujer que se encarga de Atención al Cliente. Me dice que desde una tienda es absolutamente imposible conseguir un técnico. Le digo que yo no me voy de allí sin uno.
- Me traen al supervisor. Me dice que finalmente el técnico vendrá el Domingo 9 de Abril a la oficina. No puedo aceptar eso, ya que no puedo tener a los empleados fuera de la oficina toda la semana.
- Me pongo a gritar que ¡me han robado! y cosas parecidas en la tienda. Que es una tienda muy concurrida, por cierto. Seguía siendo imposible traer a un técnico.
- 20 minutos después de seguir montándola como un energúmeno en la tienda y los clientes desapareciendo según entraban y me veían, aparece uno de los empleados que tiene el número de alguno de los técnicos.
- Parece que cuando le haces perder dinero a Vodafone sí puedes conseguir cosas.
- Dos horas después, viene el técnico y me monta la fibra. Por fin.
Moraleja: Si Vodafone no cumple, vete a una tienda y monta un pollo como no lo has montado nunca. Grita, vete a la puerta de la tienda y di a la gente que te están robando, etc. Es el único camino para lograr que cumplan con su parte.
Capítulo 2: El cambio de titular
Y ahora pasamos al cambio de titular. ¿Qué puede salir mal en algo tan sencillo como pasar una línea de una empresa a otra? Pues con Vodafone, muchas cosas:
- Pido el cambio de titular lo antes posible, después de la mala experiencia anterior.
- Resulta que para hacerlo tienes que rellenar innumerable documentación. Ya estoy bastante mosqueado nuevamente – ¿por qué esto no es necesario cuando el alta es nueva? Obviamente, porque todavía no has firmado y saben que no pueden tratarte como basura todavía. Lo hago en una horita de trabajo junto con la operadora, ya que muchos de los campos en las 4 páginas de formularios no son nada evidentes.
- Lo envío.
- Nadie me contesta.
- Nadie me contesta.
- Por fin, me vuelven a pedir la documentación de la empresa.
- La envío.
- Resulta que de repente, se les ocurre la nueva gran forma de robarte a la puñetera cara: Te voy a pedir una fianza de un año de 100 € por línea. Si tienes 10 líneas, 1.000 euritos. Si encima recuerdo que hice el cambio para ahorrarme 14 € al mes, me entran ganas de llorar. Y si no te gusta, te fastidias, porque ya estás atado a esta estafa legal llamada Vodafone.
- Llamo por activa y por pasiva, intentando que me lo quiten. Que reduzcan el plazo. Cualquier cosa.
- Me quedo con mi sentimiento de impotencia. Pero no me queda otra, pago. Al final, tienen el poder. Me han robado a la cara, pero me tengo que fastidiar.
Pero no me tengo por qué callar. Esta es mi única venganza posible. Intentar que la gente se dé cuenta de la grandísima estafa que es Vodafone. De que te mentirán a la cara. A mí ya me han robado, pero me quedo tranquilo si consigo que a alguien más le dejen de robar – y que dejen de dar dinero a una empresa que hasta sus propios trabajadores confiesan que se dedican a ganar dinero mintiendo a la gente.
Si Vodafone te ha estafado a ti también, por favor, comparte esto en las redes sociales. Ellos nos tienen atados. Pero esta puede ser nuestra venganza. A ver si conseguimos que por lo menos pierdan todos los clientes posibles.