Voluntad y medicación

Por Blogsmtenerife

Aquí os dejamos un texto recibido vía correo electrónico, a modo de colaboración para Saltando Muros, de una mujer diagnosticada de trastorno esquizoafectivo:"Padezco un trastorno esquizoafectivo-depresivo desde hace once años. Descubrí el infierno de esta enfermedad sola en casa, sufriendo enormemente en medio de paranoias, delirios, alucinaciones…La descubrí peligrosamente porque, al principio, cuando enfermamos todo nos es desconocido y el dolor nos puede y nos aplasta. Encontrar la medicación ideal es verdaderamente importante en este proceso. Hay mucha medicación antipsicótica en el mercado, pero no a todos los pacientes nos cura de igual modo. A mí me fue muy mal con la Zyprexa y medianamente mal con el Risperdal. Pero luego surgió el Risperdal Consta y fue mi verdadera salvación. Ese medicamento se había hecho para mí. Engorda un poco si se inyecta en dosis altas –yo llegué a inyectarme 75 mg cada 14 días cuando lo necesité-. Engorda un poco...pero cura, otorga bienestar, tranquilidad, salud.Con la medicación, la vida ha ido cambiando de tercio. La última vez que enfermé fue, precisamente, por dejarla. En medio de una depresión terrible, dejé de salir de casa, dejé de ir a la Psiquiatra, dejé de medicarme…mi cuerpo resistió poco, mi cerebro no pudo caminar solo y empecé a entrar en crisis severa. Mi familia actuó pronto, y mi Psiquiatra también. Empecé otra vez a inyectarme Risperdal Consta y a tomar un nuevo medicamento que también me ha venido muy bien: Abilify, que cura,te mantiene despierto, no engorda y no tiene apenas contraindicaciones. Todo eso fue hace tiempo, tardé varios meses en recuperarme del todo pero, una vez más, la medicación había sido la piedra de toque, el nudo gordiano, el único modo posible de estar bien, de sobrevivir.Desde hace tiempo, mi medicación se limita a 25 mg de Risperdal Consta (risperidona inyectable) cada 14 días y 20 mg diarios de Abilify (aripiprazol). Con los años y la medicación, he evolucionado bastante bien. También es importante el aprendizaje de la enfermedad, la disposición que se pueda tener para que, al menor síntoma, hablemos con nuestra familia o con el Psiquiatra. Los años me han demostrado que una medicación apropiada, una vida tranquila y un buen Psiquiatra, son los tres requisitos fundamentales para que poseamos una mínima calidad de vida. La medicación no sólo ayuda erradicando los síntomas de las crisis, sino aliviando la vida diaria y la tendencia a la soledad, el aislamiento o la antisociabilidad que suelen conllevar a veces estas enfermedades. Es decir, que la medicación alivia los síntomas positivos (alucinaciones, delirios) y los negativos (apatía, desmotivación); y, repito, me es imprescindible para estar bien y para ser un poco más feliz que los primeros años de enfermedad, que fueron terribles. Ya no necesito antidepresivos, duermo bien sin somníferos, llevo la vida lo mejor que puedo y me siento bien, en general. He aprendido, crecido y madurado con la enfermedad, contra ella, sobreviviendo a ella. Y la medicación ha sido, junto con mi esfuerzo y el amor de mi familia, lo más indispensable para el día a día.Creo que no hay más curación posible que esa: nuestra propia voluntad y una buena medicación. El cariño de los nuestros, el deseo de salir adelante, el hacer de nuestras vidas un sendero iluminado, un mundo posible y apacible".Lucía.