Lo cierto es que este verano ha sido muy poco prodictivo en cuanto a lecturas, y como vengo diciendo unos meses atrás, este año ha sido uno de los más bajo que estoy teniendo. He empezado libros que he dejado a medias. Malas lecturas que no me han temrinado de conquistar y abandonaba a las pocas páginas de empezarlas. Pero eso si, los tres libros contados que he conseguido terminar han sido de esos que te llegan y te hacen disfrutar como una enana, una cosa compensa a la otra. Puesto que han sido tan buenas y alguna es novedad o al menos hace relativamente poco que está en el mercado, tendréis sus respectivas reseñas.
En cuanto a mis vacaciones, como sabéis aquellos que estáis por aquí desde hace unos años, se me hacen imposibles y es cuando más trabajo tengo. Eso sí, he podido sacar un tiempo para seguir visitando rincones de España que tenía colocados en mi lista de pendientes como : El Monasterio de Piedra, situado en Nuévalos (Calatayud) y lugar al que se tiene que ir si o si (más abajo tenéis alguna foto). He aprovechado también para escaparme nuevamente a Andorra y no comprar nada (en fin) y durante las fiestas de mi pueblecito salir pitando cuatro días a la playa y desconectar de todo y volver algo tostadita (¡mirad que me coge el sol!).
Así pues, espero que mi ritmo de lectura, ahora que va a empezar mi adorado septiembre comience a ser el habitual y pueda ir subiendo reseñas o lo que vea que puede intersaros. Por ahora vuelvo a la carga con cuatro de ellas pendientes y con ánimos de ir acumulando y tentaros con ellas.
¡Nos leemos con las pilas a tope!
Fotos by Lisa M.
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