Os preguntaréis que qué tal el chef y el pinche por tierras andaluzas. Qué tal llevaban los calores y esas cosas... Y la verdad es que mal y bien. Mal el chef, medianamente bien el pinche. Y yo mal, mal. Tan mal que volví tan cangrejil como John Lennon cuando se dejó caer por tierras almerienses. Sí, estuvimos en Almería, y en el mismo pueblo que pisase John Lennon 50 años antes, por lo que me hizo especial ilusión, pero es que con el calor no me apetecía ni moverme. El chef y yo somos más de frío, de taza de chocolate y de manta. Y de tener un color blanco brillante (y manchitas color canela). Poty se ve que el color lo coge bien y de vez en cuando se dejaba poner al sol, donde se quedaba un ratito durmiendo. Para comerlo.
Notas:*Belén puso 8 quesitos en su receta**Leche desnatada en la receta original***Como somos unos dulceros empedernidos, teníamos que añadir otros 100 grs. más de azúcar, y qué mejor que el moreno, que le pone un toque acaramelado muy rico ;)
~Batimos las yemas por otro lado con el azúcar, al menos 5 minutos, hasta que espumen y se vuelvan esponjosas, y vamos añadiendo los quesitos uno a uno, sin dejar de batir. Añadiremos el siguiente cuando el anterior esté bien integrado en la masa, para evitar grumitos. ~A continuación, añadimos el aceite en hilo, sin dejar de batir a velocidad media. Y seguimos añadiendo la leche de la misma manera.
~Por otro lado, tamizamos la harina y la levadura y la añadimos a nuestra mezcla anterior, esta vez, revolviendo ligeramente, para que se incorpore, sin añadir aire a la masa.
~Bajamos la temperatura del horno a 170º sin ventilador, o 160º con ventilador, vertemos la masa en nuestro molde ya engrasado, le damos unos golpecitos para quitar las burbujas, y horneamos a esa temperatura durante unos 50-55 minutos (el tiempo dependerá del horno), o hasta que al pinchar con un palillo veamos que sale seco.
~Pasado este tiempo, sacamos el bizcocho con cuidado del horno y dejamos enfriar 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar. El nuestro al ser un bundt deberá hacerse con más cuidado, dándole unos ligeros golpecitos antes de darle la vuelta con mucho mimo.