Volver a ser un niño

Por Aprendiendodeloshijos @aprendeloshijos
Dicen que la esencia de la vida son esos pequeños detalles que nos hacen un poco más felices, pero que muchas veces nos perdemos porque vamos corriendo a todos los sitios.
Ayer mi hija pequeña ( 3 años) me dio sin querer una de esas lecciones que te hacen pararte y pensar durante un segundo y disfrutar del momento.
Íbamos por la calle hablando sobre el cole y como había pasado el día, cuando grito:
-¡ Mamá mira el cielo! ¡Parece el Mar!  ¡ Haz una foto!
Así que saque el móvil para hacer una foto y darme cuenta que había un cielo empedrado precioso.
Y tenía toda la razón a pesar de vivir en la meseta, el cielo parecía el mar.

Después de hacer las fotos y comprobar que habían quedado bien, mi hija me dijo:
-¡Venga mamá vamos a saltar olas!
Casi tenía el NO en la boca, pero la vi tan emocionada que sólo pude decir:
-¡Dame la mano y enséñame a saltar olas!
Y os aseguro que fue un momento precioso, como lo hacemos en la playa, contando hasta tres, saltando, riendo, pero sin olas. Me lo pasé genial. Volví a ser una niña durante unos minutos.
 No sé si nos miraba la gente, pero me dio igual.
Seguro que estaréis pensando que es una historia moña, ñoña o tonta, pero no sé si os pasa a vosotros, pero creo que demasiadas veces digo que NO a mis hijos y muchas veces es porque voy corriendo a todos los sitios, cuando no es un actividad , es un recado, la compra, tender la lavadora o preparar la cena. Y a veces conviene y es necesario pararse a ver el cielo,una flor, un músico callejero o saltar olas sin estar en la playa.
Así que sólo puedo dar las gracias a mi hija,por ver otra vez durante un ratito las cosas con los ojos de una niña de cuatro años o como decían los secretos " Volver a ser un niño"
No sé si volveremos a saltar olas, pero creo que a partir de ahora antes de decir NO e ir corriendo a todos los sitios, intentaré ver las cosas con la mirada de un niño. Y también me he dado cuenta que cuando tenemos más de un hijo, sin querer al pequeño le hacemos mayor.
 Y es que ya lo decía un sabio: "La niñez es un estado de conciencia que termina el día, en el que un charco de agua es percibido como un obstáculo y no como una oportunidad"