Cuando uno va creciendo se pierde no sólo la niñez, sino lo que ella conlleva, nos olvidamos de todas esas pequeñas cosas que nos hacían ilusión, de todo un mundo de fantasía que creábamos mediante los cuentos, los que vamos olvidando según nos hacemos mayores y con ellos se van parte de nuestros sueños.
Pero esta serie nos vuelve a traer todo eso de nuevo, es un auténtico regreso a la infancia, realmente hace que disfrutes cada capítulo con la misma ilusión de cuando eras niño a que te contaran el cuento de turno, una trama original que se va desarrollando de forma casi perfecta capítulo tras capítulo, con algún altibajo por supuesto, pero el interés no decae en ningún momento, todo empieza con un piloto donde vemos la boda de Blancanieves con su príncipe interrumpida por la malvada madrastra que castiga a todos los habitantes a permanecer atrapados en el mundo real, en un pueblecito donde no recordarán nada... un capítulo donde todo queda muy bien explicado, con unos efectos especiales muy decentes (no hay que olvidar que es una serie y no El Señor de los Anillos) y que te deja con ganas de ver más.
Cada capítulo que empieza se espera con ilusión, ver qué cuento será el que toca esa vez, (con algunas variaciones de los originales, están más actualizados, pero no pierden su esencia para nada) o qué personajes del pueblo representan a los de los cuentos, todos muy bien personificados, también ayuda la buena labor de los actores, muy correctos y creíbles, mención especial merece Robert Carlyle, excelente en uno de los personajes mas interesantes de la serie: el misterioso y oscuro Rumpelstinski. También me gusta la chica que hace de Blancanieves, que en el mundo real es una profesora de niños, su personaje me recuerda al de Amelie, y por supuesto la mala malísima, hace un muy buen papel.
Una de las cosas buenas de la serie es que no va dejando cabos sueltos, nada es porque sí, todo tiene su explicación, además tiene detalles muy curiosos, por ejemplo, la madrastra lee el periódico "The Mirror". Y lo cuidadísimo del mundo fantástico, que siempre nos sorprenderá.
Total, una serie que hará las delicias de mayores y niños, hay que darle al menos una oportunidad.