Volver, después.
Nos fuimos con Gaelle, mi gran amiga de Köln a surfear una semanita a Gran Canaria. Lugar en el que viví aproximadamente 2 meses antes de venir a Alemania. Acá el post.
Surfeamos todos los días, y algunos, incluso dos veces, mañana y tarde.
El Lualua hostel cambió de lugar y de gente.
Todo hermoso, ahora, como lo viví, fue aún más enriquecedor.
Volver a el mismo lugar donde hice un duelo. Donde conocí a diferentes amigos, que ahora están dispersos por el mundo pensando en pajaritos.
Volver fue darme cuenta que ya pasó, que estoy tranquila y que he logrado lo que me propuse.
Volver fue entender que esta vez estaba allí para disfrutar y no para olvidar o anestesiar dolor.
Caminar, comer, reír, dormir en el sol, compartir, cocinar para todos, bailar, nadar a las 3 de la mañana borrachos, hacer música.
Aprendí bastante, aunque por dentro. Intenté percibir al máximo todos los momentos, recordar todas las caras y los sentimientos que cada una de las personas me transmitía, el olor del mar y la incomodidad de los ruidos del hostel en la noche. Simplemente dejé de intentar controlar cada situación.
Al mirar hacia atrás en el año que viví fuera de las palmas me dí cuenta de algo: he considerado alguno de mis mayores avances como fracasos y he evaluado algunos de mis peores retrocesos como grandes triunfos.
Podría decirse que la mayor crisis que viví me hizo mierda, o eso creía, ahora la veo como algo tan sublime, tan exacto, tan perfecto.
Canarias fue el diploma de graduación, de la carrera que estudié el año pasado.
Acá un video resumen:
Además un día antes de irme a Canarias me encontré con mis amigos en colonia, y conocí a Jan el chico de weroweroTv, fué una tarde noche muy divertida e inspiradora.