Cuando me preguntan acerca del proceso que sigo para elegir un destino a la hora de desarrollar un posteo nunca sé que responder. Jamás sigo una lógica para decidir sobre qué escribir o acerca de cómo voy a abordar una ciudad. A veces los posteos surgen como consecuencia de una foto, un recuerdo, una charla, una música, una película, un olor, un sabor, un libro o cualquier otro disparador que encienda la creatividad e invite a sentarse y escribir.
Nunca antes tuve la necesidad de volver sobre un lugar del cual ya había escrito. Nunca me gustó saturar un destino y por eso, en varias ocasiones, terminé dejando mucho material interesante que finalmente jamás llegó a ver la luz. Pero desde hace unos meses me dí cuenta de que muchos viajeros, seguidores del blog y varios colegas comenzaron a preguntarme acerca de Praga (conociendo quizás mi debilidad por la capital checa) y me pidieron que les aconsejara que ver, que sitios no dejar de lado para vivir la experiencia Praguense. Y allí caí en la cuenta de que tenía en mis archivos un material inmenso que por razones de edición (y de saturación, repito) quedaron dentro de las carpetas y que bien valía la pena dedicar una segunda vuelta a la gema del Moldava.
Por eso durante todo este mes de setiembre el blog estará dedicado íntegramente publicar notas sobre la ciudad más bella del este europeo, la "perla" como la llaman los viajeros y que es mucho más que el lugar donde salieron Kafka, Kundera, el violinista en el tejado y donde tuvo lugar una de las primaveras más recordadas de la historia del siglo pasado. La idea es que estos posteos se sumen a los ya publicados y sirvan para ampliar la información de aquellos que decidan vivir la experiencia de visitarla, que seguro será inolvidable y con ansias de volver.
¡Bienvenidos a Praga!