Volver, una pausa para llegar más lejos

Por Pilag6 @pilag6

Como todo lo bueno en la vida se hace esperar, nuestro viaje al Sudeste Asiático se vio suspendido hasta previo aviso por nuestra vuelta imprevista a Argentina. Después de dos años ininterrumpidos viajando, el corazón nos obligó a volver a disfrutar de nuestro país y nuestra gente. Fue un viaje que no imaginábamos hacer en este momento. Se dio todo muy rápido. De un instante para otro. Un día estábamos planificando y buscando información sobre Filipinas y al otro estábamos comprando un pasaje hacia Argentina. Extrañábamos mucho y decidimos volver, pero sólo para llegar más lejos...

La historia fue más o menos así

Como muchos sabrán, porque nos venían siguiendo, ya sea a través de nuestra página de , o nuestra cuenta en o a través de este blog, estábamos viviendo en Kyoto, Japón, trabajando por alojamiento en una Guesthouse. Vivíamos en una casa compartida que nos proporcionaba el hotel a sólo 5 minutos del mismo. Nuestro trabajo era de 4 horas por día, 5 días a la semana en la recepción. Era un trabajo sencillo y nos servía mucho porque practicábamos inglés y conocíamos personas de diferentes partes del mundo e historias de vida todos los días.

A su vez, veníamos de un mes de viaje por la Costa Este de Australia, desde Melbourne hasta Cairns donde la habíamos pasado super bien.

Nuestra primer impresión de . No sabemos bien porqué, tal vez fue nuestra incapacidad de hablar japonés, los dulces de legumbres, el silencio ensordecedor en la calle o en el subte, la superficialidad y la obsesión con la blancura, budas pidiendo yenes en los templos para que las plegarias se escuchen más rápido, o la " del crudo invierno japonés y con su diminuta y extraña comida. Fue un choque cultural duro que nos dejó tambaleando de entrada. Fue así que pronto nos pusimos a buscar otro destino y el candidato que se llevaba todos los premios era Japón no estuvo a la altura de las expectativas occidentalización" oriental en su máxima expresión, pero no nos sentimos cómodos con el frío Filipinas. Sería nuestro comienzo de un largo viaje por todo el Sudeste Asiático, pero algo cambió. Nuestro camino cambió de la mañana a la noche.

Volver al primer amor

Festejamos la Navidad en una fiesta que organizamos en la Guesthouse junto a un montón de viajeros de diferentes partes del glob o. Una vez terminada la fiesta, volvimos a nuestra casa y mientras nos preparábamos para dormir nos miramos a los ojos y, por primera vez en este viaje, sentimos el uno en el otro que algo no iba bien. Ahí mismo nos sinceramos y confesamos que estábamos extrañando mucho a nuestras familias y amigos en Argentina. Entonces, y sin pensarlo demasiado, decidimos que volveríamos por un tiempo para luego seguir con nuestro viaje por el mundo. Volver. Hacer una pausa para recargar energías, llenarnos de afecto y tomar impulso para llegar más lejos.

De esta manera, el 31 de diciembre a las 07:00 hs, y después de 31 horas de vuelo, aterrizamos en el Aeropuerto de Ezeiza. Llegamos de sorpresa, sólo dos personas en el mundo sabían de nuestro retorno; Mauri en Nueva Zelanda y Silvita Poggi nuestra gran amiga que nos fue a buscar al aeropuerto sin decirle nada a nadie.

De a poco fuimos reencontrándonos con nuestros seres queridos que no podían creer lo que estaban viendo. Dos días atrás estábamosmandándonos mensajes por adelante de ellos. No faltaron las lágrimas, los abrazos, los besos y el cariño gigante de todos nuestros familiares y amigos. Fue una sorpresa muy grande y un reencuentro antológico, cargado de emociones fuertes. Facebook o Whatsapp desde Japón y ahora estábamos

Es muy lindo volver a ver a toda esta gente linda otra vez. Volver a compartir historias de vida. Volver a caminar las calles de nuestra ciudad , pero está vez de turistas (o viajeros). Ahora sólo queda disfrutar de estos meses que nos quedamos en Argentina (el 1° de abril volamos otra vez a Japón), seguir reencontrándonos con muchas personas que todavía no vimos, seguir comiendo esta rica comida Argenta y seguir llenándonos los corazones con el cariño infinito de todos nuestros seres queridos.

Una pausa y enseguida volvemos a la ruta.

Nos seguiremos leyendo... Buen año para todos.

Buen Camino...