Me acuerdo cuando después de escuchar el primer disco de Kula Shaker le dije a un amigo, súper convencido: son los nuevos Oasis. Corría el año 1996 y en pleno apogeo del brit pop esta banda rompía todo en las islas y de hecho K se transformó en uno de los primeros discos más rápidamente vendidos de la música británica. En esa época muchas bandas estaban tocadas por la varita. Pero en estos había algo personal. Devotos sonoros de la faceta hindú de George Harrisson, sus canciones mezclaban explosiones guitarreras y estribillos ganadores con pasajes pasados por humo del narguile, nombres en sánscrito y multitud de instrumentos indios. Mi profecía no se cumplió, claro. Los nuevos Oasis aparecieron tiempo después por New York, el cantante Crispian Mills fue acusado de simpatizar con los nazis y a esta banda se la tragó la tierra luego de su segundo disco Peasant Pigs & Astronauts. Pero como buenos fanáticos de los hindúes estos muchachos se ve que creían en la reencarnación.
Volvieron en 2007 con Strange Folk y no me enteré, pero sí le pegué una escuchada a su último disco Pilgrim's Progress de 2010. Más maduros y más ingleses que en sus comienzos bajan un cambio y se extraña la frescura psicodélica y humeante de canciones como Hey Dude, Gowinda o Sound of Drums. De cuando pensé que iban a romperla, a hoy, que creo que son una buena banda británica, vamos con este reencuentro cancionero. Kula Shaker, que no se corte.
Ayer, Tattwa
Hoy, Peter Pan R.I.P