Votar para Samuel

Por Mamiclic

Me presento: soy Ernesto, papá de Samuel de 5 años y medio, y de David de 3 años. El nacimiento de Samuel cambió la vida de Alba, mi mujer, y la mía. Entre otras cosas, fundamos la asociación de crianza Besos y Brazos, Portéame (empresa de porteo) y  Con Mirada de Niño, una empresa cuyo objetivo es acercarnos al mundo de los niños para poder mirar con sus ojos.

En todo nuestro proceso familiar, hemos optado por criar y educar a nuestros hijos desde el respeto, permitiéndoles expresar sus necesidades y sintiéndose escuchados. Estas decisiones nos han llevado a una búsqueda de espacio educativo donde se sigan estos criterios y actualmente están yendo a un espacio educativo Montessori.

Como primera colaboración en Mamiclic, me gustaría comentaros un ejemplo que me hizo pensar sobre lo que estábamos transmitiendo a nuestros hijos.

Samuel y el significado de votar

El domingo de las elecciones, intentando explicar a mi hijo Samuel el significado de votar, me dijo: “¡¡Qué morro tienen los de 18 años que pueden votar!!. Yo sé lo que es votar. En Surachí (su “cole”) votamos. Uno de nosotros dice una cosa y los que estamos de acuerdo, levantamos la mano. Los que no la levantan, no están de acuerdo.”

Yo le dije: “Qué suerte tienes que puedes votar en el colegio. Yo a tu edad no podía hacerlo”

Y él me respondió tan tranquilo: “¿Y por qué no decías que querías votar?”

Con esa frase me ha hecho reflexionar: ¿cuando supe yo lo que quería decir y suponía votar? ¿Estamos contribuyendo al cambio con el camino que hemos elegido?

¡Sí, afirmo que lo estamos haciendo! Ponemos nuestro granito de arena particular en la educación elegida para nuestros hijos. Estamos intentando ofrecer voz y voto a los más pequeños, aunque muchas veces nos cueste tanto por esos patrones tan integrados en nuestro interior. Los tenemos establecidos dentro de nosotros y nos cuesta muchísimo eliminarlos para no traspasarlos a nuestros peques.

Libertad

Hoy Samuel me ha hecho ver que este es el camino. Es muy duro muchas veces. Es un camino totalmente nuevo para mí y carezco de referentes a los que tomar como modelo a seguir.

Algunas son las veces en las que me siento mal por no saber estar a la altura de aquello que he elegido, me siento perdido ante situaciones que me desbordan… y son días como estos los que me dan energías, los que me hace no dudar en seguir una hora más, un día más, una vida más.

Uno de los objetivos de Con Mirada de Niño es contribuir a ese cambio de mentalidad, a abrir mentalidades estancadas en patrones obsoletos. Queremos dar paso a los niños haciéndolos partícipes en la toma de decisiones, y también haciéndolos responsables de esas decisiones que han tomado.

Estos días son los que me animan a seguir trabajando por el cambio, por conseguir dejar un mundo más amable a las generaciones venideras, a nuestros hijos.