VOX, más que un partido es un sentimiento colectivo, la encarnación de la esperanza en en una España podrida por la corrupción y el abuso de poder, con su democracia hecha trizas y con un desesperante predominio político de dos partidos, el PSOE y el PP, que, por sus delitos, miembros condenados y juicios pendientes, son las mayores organizaciones criminales del país, culpables de haber hecho de España un país decadente, que se empobrece, con una deuda descomunal, dividido, sin amigos ni aliados sólidos y parco en libertades y derechos.
Abascal debe luchar para reconducir a VOX y reponer aquellos valores e ideas que hicieron de ese partido una fuerza sorprendentemente fuerte e ilusionante para millones de demócratas y españoles indignados.
Los militantes y seguidores de VOX odian la oscuridad, la corrupción, el abuso de poder, la mentira y la estafa permanente de los políticos a los ciudadanos, rasgos predominantes hoy en el PSOE y el PP, dos partidos que practican el peor de los vicios antidemocráticos, consistente en anteponer siempre sus propios intereses al bien común.
Sin VOX en la lucha, el futuro de España es amenazante porque el país, en manos de partidos que viven felices en la corrupción, no puede prosperar, ni afrontar con éxito sus grandes desafíos. Sin VOX, España sería una nación sin esperanza y sin luz en el horizonte.
¿Que otro partido español plantea eliminar las subvenciones, incrementar la libertad, reducir el Estado, exigir más democracia, entregar al ciudadano el protagonismo que le corresponde y acabar con la corrupción y todas sus malditas secuelas de contratos públicos trucados, subvenciones injustas, chiringuitos del poder que sólo sirven ara comprar votos, desigualdad entre las regiones, concesiones indecentes a los independentistas desleales, decadencia y un larguísimo etcétera de arbitrariedades, abusos y robos?
Los argentinos votan hoy, muchos de ellos soñando el cambio que promete Javier Milei, el que grita "Viva la libertad, carajo", un tipo que, aunque diferente a VOX en algunos aspectos, quiere acabar, como VOX en España, con la corrupción de las izquierdas y las derechas acojonadas y que promete emprender la senda de la regeneración. Un país como Argentina, bien gobernado y sin ladrones en el poder, tardaría pocos años en colocarse entre los más prósperos y pujantes del mundo.
Francisco Rubiales