Mañana voy a la carrera del distrito Nervión-San Pablo, la primera del circuito #Sevilla10 de carreras populares del IMD de Sevilla, de 10 km en ruta homologados por la RFEA. Desde que empecé a correrlas allá por 2011, estas pruebas se han convertido en citas imprescindibles en cada temporada y son claves para encontrar la mejora dentro de lo que mis capacidades me dan.
En primer lugar, por el deseo de cumplir con mis expectativas personales de poder hacer un buen papel (en lo personal) en mi ciudad. Segundo porque me encanta la distancia de 10 km, a lo que hay que añadir que desde que empecé a ver mejorías en las populares de mi ciudad, tengo el aliciente de conseguir arañarle unos segundos a mi mejor marca sobre unos circuitos llanos y rápidos.
Esos dos alicientes ya son habituales, pero para este domingo será una cita especial porque será la carrera número 100 de mi historial como corredor en los 5 años y medio que llevo ya poniéndome las zapas para devorar kilómetros. Entre todas esas pruebas figuran 6 medias maratones entre todas esas pruebas, campo a través, un par de incursiones en pista y muchas populares, cada una con su historia y significado detrás.
Para esta carrera llego sobre el papel en mi mejor estado de forma, a juzgar por las buenas sensaciones que me dio el test de hace tres semanas en la carrera del Polígono Sur y el haber completado todos y cada uno de los entrenamientos que mandó mi entrenador, Rubén Álvarez; casi todos con excelentes resultados que avalan las buenas previsiones de cara a mañana.
He dejado todo en las series, he disfrutado de las vistas en los rodajes suaves, he ido controlando en los rodajes fuertes, he hecho los estiramientos y estoy más fuerte que nunca. Salga lo que salga, ante todo debo estar contento por el camino recorrido hasta aquí.
La distancia entre querer y poder se acorta con el entrenamiento y se que ha sido magnífico.