VRAC QUESOS ENTREPINARES, CAMPEÓN DE LA SUPERCOPA
frente al Complutense Cisneros por un ajustado 21 a 24, en uno de los partidos más intensos e igualados de estos años. Repitiendo la final de la Copa del Rey del pasado mes de abril, pero esta vez en el Central.
El partido empezaba con mucho nerviosismo, y mucho juego al pie por parte de los dos equipos para alejar el juego de sus respectivas zonas de veintidós. Se abria el marcador por parte de los visitantes con un golpe de castigo transformado por Stefano Moir, apertura de VRAC, en el minuto 3. La respuesta de Cisneros tardaría un poco más, hasta que en este caso, el apertura colegial Andrew Norton igualara el marcador. El resto de la primera parte mostró un juego muy igualado por parte de los dos equipos, quienes se disputaban la mayoría de los balones en la zona central, y que los zagueros alejaban de sus zonas de peligro con el pie. Hasta que en una buena jugada de la linea quesera, Guilermo Mateu lograba posar el balón en la esquina a falta de cuatro minutos para el descanso. Y un par de minutos más tarde, con el tiempo cumplido, el mismo Mateu volvía a colarse a través de la defensa colegial y posaba de nuevo para que esta vez si transformase Moir, y se fueran 3 a 15 al descanso.
En el reinicio de la segunda parte, y con la incorporación de los internacionales Francisco Hernández, Ángel López e Iñaki Villanueva por parte de Cisneros, parecía que el juego se les ponía de cara. A los siete minutos, de nuevo Norton acercaba un poco más la distancia que había puesto VRAC con un nuevo golpe de castigo transformado. Respondía entonces de nuevo el pie del apertura quesero hasta en dos ocasiones. Pero dos ensayos y una transformación de los de azul azul les ponía 18 a 21 en el minuto 64. Parecía que los queseros solo iban a lograr anotar con el pie, en esta ocasión Gareth Griffiths ponía el 18-24; a lo que respondía rápidamente Norton y anotaba los últimos puntos, en lo que sería el 21 a 24 definitivo. En las últimas jugadas de partido, los de Dani Vinuesa jugaban un mol desde touch y enlazaban varias fases de delantera. En un golpe de cástigo cerca de palo, que los colegiales deciden jugar, un avant de ellos mismos ponía el punto final a un partido que quedará en la memoria de muchos.
Publicado por Mascherato viola en 0:36