Cada día son más los expertos que creen que el Buho de Minerva ya ha emprendido el vuelo desde el Capitolio de Washington hacia China, lo que indica que el centro del poder mundial, que durante las últimas décadas estuvo en Estados Unidos, pronto estará en China, todo un cambio profundo en los perfiles del mundo del siglo XXI.
China ya es la segunda economía mundial y se calcula que en torno al año 2025 será la primera. En el año 2035, China será también la primera potencia tecnológica y militar del planeta, con Estados Unidos situada en un segundo lugar y en claro declive frente a otros países que estarán empujando muy fuerte, como la India, Brasl y Rusia.
El Buho de Minerva (Palas Atenea, en la mitología griega) es el símbolo de la sabiduría, pero, sobre todo, del poder. El buho siempre ha estado posado donde se encuentra el liderazgo mundial, en el territorio de la potencia dominante del planeta. Hasta hoy estuvo sobre el Capitolio de Washington, pero los expertos creen que pronto se instalará en la plaza de Tien An Men, en Beijing, cuando China se convierta en el país más poderoso del mundo.
Los expertos saben que el Buho de Minerva (que en realidad es una lechuza) se mueve como el sol, siempre desde Oriente hacia Occidente. Hace milenios estuvo ya en China, cuando sus viejas dinastías dominaron el mundo, pero más tarde se desplazó hasta Oriente Medio y se posó en Egipto, Media y Persia. Después se posó sobre Grecia, sobrevolando Atenas, Esparta y Macedonia. De allí pasó a Roma, siempre siguiendo el rumbo del sol, y se mantuvo en la capital del Lacio durante más de siete siglos. Cuando cayó el Imperio Romano, el buho revoleteó muy rápido por Europa, en busca de un poder estable, hasta que se posó en los imperios de Carlomagno, España, Francia e Inglaterra. Después de la Primera Guerra Mundial, el buho empezó a volar hacia Washington, donde lleva casi un siglo reposando sobre el Capitolio, presidiendo la hegemonía mundial y contemplando desde muy cerca la Casa Blanca.
En torno al Buho de Minerva existe un intenso y apasionado debate en los principales centros de poder y de análisis de los Estados Unidos. Algunos expertos norteamericanos saben que el Buho vuela inexorablemente hacia Occidente, pero creen que el hombre puede retrasar el vuelo con intervenciones acertadas. Creen, por ejemplo, que la lechuza del poder mundial pudo haber permanecido mucho tiempo más en España si Felipe II hubiera invadido y derrotado a Inglaterra, cuando envió la fracasada Armada Invencible, o que pudo haber permanecido mucho más tiempo en Macedonia, si Alejandro Magno no hubiera muerto tan pronto y hubiera tenido tiempo para forjar un imperio sólido. Pero otros, más pesimistas, creen que el vuelo del buho es inevitable y que el tiempo del poder americano ya está pasando,
Los más radicales quieren impedir por cualquier medio el vuelo del buho hacia Beijing. Son muchos los estrategas y políticos que aconsejan a Washington que impida ese vuelo, que derrote a China antes de que se convierta en el Imperio dominante. Los más enloquecidos ante el drama del declive consideran necesaria una “guerra preventiva” para que la lechuza permanezca más tiempo sobre el Capitolio de Washington.