Después de conseguir ser la segunda aerolínea más rentable de Europa en 2010, Vueling afronta un 2011 complicado donde aspira a obtener resultados positivos “pero dependerá de cómo evolucione el precio del combustible” apuntó su presidente, Josep Piqué, ante los accionistas reunidos en la junta general. Las previsiones es que la tendencia al alza del barril Brent continúe mientras que la evolución del tipo de cambio no está tan clara.
La compañía, que gracias a los buenos resultados y al no reparto de dividendos, tiene en caja una liquidez de 207 millones de euros, se plantea estrategias más agresivas, como es la no repercusión en el precio de los billetes del aumento de combustible, en un contexto donde ahora las tarifas son más bajas que hace un año debido a la sobrecapacidad que existe.
De todas maneras, si el precio del crudo se sitúa en los 120 dólares/barril y con un cambio euro/dólar en los entornos de los 150 euros, “todos sufriremos y algunas compañías no podrán aguantar”, ha comentado.
El consejero delegado, Álex Cruz, está estudiando la posibilidad de integrar la aerolínea en la alianza One World pero de momento “sólo somos amigos” explica. La decisión no es fácil ya que el fee es sustancialmente alto, sobre todo para una low cost, además su integración podría repercutir sobre el negocio que le aportan compañías de otras alianzas.
Las expectativas de los directivos de Vueling es conseguir, al cierre del presente ejercicio, multiplicar por cuatro el número de pasajeros de conexión hasta los 750.000 (sea entre sus propios aviones, con partners como Iberia o con otras compañías con las que están negociando acuerdos como American Airlines, British Airlines, Avianca o Finnair, por citar algunos de los procesos en marcha.
El acuerdo con Iberia
Otro aspecto que a la compañía le corre prisa cerrar porque finaliza el próximo mes de octubre, es la renovación del acuerdo de código compartido con Iberia en el aeropuerto de Barajas por el cual Vueling opera algunas de las rutas de la aerolínea española de bandera.
Si Iberia no lo renovara, Cruz ha anunciado que con el know how que han adquirido en la gestión conjunta buscarán otras compañías para poder seguir realizando esa operativa no descartando ninguna aerolínea aunque sea de otra alianza.
Otra de sus preocupaciones es la renovación de la flota, actualmente de 47 aviones, “que tenemos mediante contratos de alquiler y que van venciendo progresivamente en los próximos cinco años”. Está estudiando la posibilidad de adquirir una parte, por las ventajas financieras que ello comportaría.
Las previsiones para 2011 pasan porque el mercado crezca un 7%, en gran medida en las rutas europeas ya que el mercado local seguirá parado.
Por último, otro de los retos de Cruz para este año es mantener el coste AKO ex-fuel (el coste de cada asiento por kilómetro ofertado), la ratio básica para medir la eficiencia de una compañía aérea, en torno a los cuatro céntimos de euro. En 2010 se situó en 4,07 céntimos.